La UE ha eludido en los últimos días valorar lo que Maduro ha calificado de «intento de golpe de estado» y ha optado por mantener la máxima cautela e insistir en su defensa de una solución «política, pacífica y no violenta». Los embajadores del Comité de Política y Seguridad de la UE (COPS) abordaron ayer la crisis durante un debate en el que intervinieron una decena de Estados miembros, entre ellos España, para subrayar «la necesidad de proteger la inmunidad de Guaidó y de los miembros de la asamblea nacional de Venezuela, evitar la violencia y cerrar filas con el grupo de contacto internacional», según fuentes diplomáticas europeas. Se trata del único interlocutor con acceso a ambas partes en el que participan países europeos como Francia, Italia y España, y latinoamericanos como Uruguay y Ecuador. Representantes de este grupo mantendrán su tercer encuentro el próximo 6 y 7 de mayo en Costa Rica.