Los jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete países que permanecerán en la Unión Europea (UE) tras la salida del Reino Unido aprobaron ayer en la cumbre que celebraron en Bruselas las primeras directrices para negociar la relación bilateral tras el ‘brexit’ y el período de transición de 21 meses una vez sea efectiva la salida del Reino Unido, en marzo del 2019. Las directrices recalcan la disposición de los jefes de Estado y de Gobierno a iniciar el trabajo sobre un acuerdo de libre comercio «equilibrado, ambicioso y de amplio alcance».

Los dirigentes subrayan que el pacto comercial no puede ofrecer los mismos beneficios que la pertenencia a la UE ni equivale a la participación en el mercado único o en algunas de sus partes. Según las directrices, el acuerdo debería contemplar el comercio de bienes en todos los sectores y mantener la ausencia de aranceles y restricciones cuantitativas «con las correspondientes normas de origen».

UNA ASOCIACIÓN CERCANA / Los mandatarios de los Veintisiete reiteran en esas directrices su determinación de tener una asociación «tan cercana como sea posible» con el Reino Unido en el futuro y expresan su deseo de que cubra áreas adicionales al comercio y la economía, sobre todo la lucha contra el terrorismo y el crimen internacional, la seguridad, la Defensa y la Política Exterior.

El texto de las orientaciones de los veintisiete para negociar un acuerdo futuro con Londres también incluye una mención específica a Gibraltar para contentar a España, que pidió enviar un «mensaje muy claro» de que Gibraltar solo podrá beneficiarse de la transición si hay un acuerdo previo entre España y el Reino Unido.

En el texto los líderes reiteran que «nada está acordado hasta que todo esté acordado», una fórmula que ha contentado a la delegación española, según una fuente próxima al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Asimismo, mantiene que siguen siendo de «plena» aplicación las directrices previamente pactadas por los líderes europeos en abril y diciembre de 2017, que dejan claro que Gibraltar sale de la Unión Europea cuando salga el Reino Unido y que «después de que el Reino Unido abandone la Unión Europea, ningún acuerdo entre la UE y el Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin un acuerdo entre España y el Reino Unido».

La primera ministra británica, Theresa May, celebró el visto bueno de sus homólogos de la UE a establecer un periodo de 21 meses de transición al ‘brexit’ para dar tiempo a empresas y ciudadanos a prepararse para sus consecuencias y prometió que trabajará en «soluciones que funcionen» para resolver el escollo de impedir la vuelta de una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte.

Durante el periodo de transición, el Reino Unido seguirá teniendo que cumplir todas las normas de la UE dado que seguirá en el mercado interior y la unión aduanera, pero saldrá de las instituciones y agencias y dejará de participar en la toma de decisiones. Podrá negociar acuerdos con terceros pero solo entrarán en vigor con el visto bueno de la parte europea.

May ha recordado que la transición dará «certidumbre a las personas y empresas» y les permitirá «planificar su futuro y garantizar que solo tengan que hacer un ajuste a la nueva relación con la Unión en el futuro.

IRLANDA DEL NORTE / May aseguró que ambas partes se sentarán para determinar «soluciones que funcionen para Irlanda del Norte». «Nos sentaremos y determinaremos ahora esas soluciones que funcionen para Irlanda del Norte pero también para nuestra futura relación económica y de seguridad», dijo.

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, avisó por su parte de que «nada está acordado hasta que todo está acordado» y que «todo es un paquete», al tiempo que recordó que la fecha límite para sellar un acuerdo definitivo del Acuerdo de Retirada «siempre» ha sido octubre.

La UE mantiene que su propuesta de crear «un área normativa común» en Irlanda para evitar la vuelta de una frontera dura por la salida de Reino Unido.