El Parlamento Europeo ha aprobado por una abrumadora mayoría la nueva legislación de protección de datos de la Unión Europea (UE) que impediría un espionaje masivo a los ciudadanos como el realizado hasta ahora por Estados Unidos y expondría a las grandes compañías de internet a multas multimillonarias si incumplen la obligación de proteger la privacidad de los datos de sus clientes.

El proyecto legislativo establece que cualquier empresa, como Google, Apple, Facebook o Microsoft, antes de ceder datos a un país de fuera de la UE deberá obtener la autorización previa de la autoridad nacional de protección de datos del país comunitario al que pertenezca la persona afectada. La nueva legislación también establece la obligación de la compañía de informar al ciudadano concernido de que hay una petición para ceder sus datos.

Multas de hasta 100 millones

Las compañías que incumplan la obligación de proteger los datos personales de sus clientes podrán ser sancionadas con multas de hasta 100 millones de euros o del equivalente al 5% de su facturación anual, si esa cantidad es más elevada. Los eurodiputados han incrementado sustancialmente las sanciones propuestas inicialmente por la Comisión Europea, que se limitaban a 1 millón de euros o al 2% de la facturación. La aprobación definitiva de la nueva normativa está pendiente de que los Veintiocho lleguen a un acuerdo sobre el texto legislativo en el Consejo de Ministros de la UE.

El Parlamento Europeo, en una resolución separada, también ha reclamado a la Comisión Europea y a los Veintiocho que suspendan el acuerdo que permite a las autoridades de EEUU el tener acceso a todos los datos de todas las transferencias bancarias que realizan los ciudadanos europeos, como represalia por el espionaje masivo que realiza la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana a la UE. La resolución fue aprobaba por 544 votos a favor, 78 en contra y 60 abstenciones. Los eurodiputados han reclamado además en la resolución que se suspenda también en acuerdo de 'Safe Harbour' sobre privacidad de datos que permite a las compañías norteamericanas que operan en la UE transferir a EEUU los datos personales de sus clientes, ya que ha quedado demostrado que esas empresas incumplen la obligación de proteger la privacidad de esos datos.