La UE pretende utilizar los países del norte de Africa como zona de contención para detener la actual avalancha de inmigración ilegal procedente de los países subsaharianos. La Comisión Europea y la presidencia holandesa de la UE anunciaron ayer que respaldarán financieramente cinco proyectos piloto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, para desarrollar centros de acogida para los demandantes de asilo e inmigrantes encubiertos en Libia, Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania.

La iniciativa es el primer paso concreto para convertir la región norteafricana en una zona tampón, que reduzca el flujo actual de inmigrantes ilegales hacia la UE. Los problemas de la inmigración ilegal centraron la segunda y última jornada del Consejo informal de Ministros de Justicia e Interior de la UE en Scheveningen (Holanda). España, Bélgica y Francia expresaron sus reservas sobre la propuesta. Pero la mayoría de países se mostraron dispuestos a desarrollar la iniciativa en futuras discusiones.