La dura represión que el sábado ejerció la policía rusa contra una manifestación convocada no autorizada en el centro de Moscú para reclamar elecciones libres ha soliviantado la Unión Europea (UE), que ayer denunció que este tipo de prácticas van en contra de las libertades de expresión, asociación y reunión.

«Estas detenciones y el uso desproporcionado de la fuerza contra manifestantes pacíficos siguen a la preocupante serie de arrestos y redadas policiales contra políticos de la oposición llevados a cabo los últimos días, y una vez más socavan seriamente las libertades fundamentales de expresión, asociación y reunión», declaró en un comunicado la portavoz de la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini.

La dirigente europea no dudó en recordar que todos esos derechos fundamentales están «consagrados» en la Constitución rusa y que el club comunitario espera que sean «protegidos».

La policía rusa detuvo el sábado a más de 1.000 personas en una protesta no autorizada en el centro de Moscú organizada para pedir elecciones libres y justas tras la negativa de la comisión electoral de Moscú a registrar a 57 candidatos opositores para los comicios municipales del 8 de septiembre.

Bruselas indicó en su comunicado que para que estas elecciones «representen un proceso democrático genuino, es esencial crear las condiciones para la igualdad de oportunidades y un entorno político inclusivo».

De la misma forma, la capital europea agregó que espera que las autoridades rusas respeten correctamente los compromisos del país en el marco de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) y «otras obligaciones internacionales» cuando se celebren los comicios.

AI PIDE LIBERAR A LOS DETENIDOS

Por su parte, el movimiento global por los derechos humanos, Amnistía Internacional (AI), instó a la capital rusa a dejar inmediatamente en libertad a los manifestantes y opositores detenidos y no dudó en condenar claramente «el uso excesivo de la fuerza» por parte de la policía durante la jornada.

«Todos los manifestantes pacíficos deben quedar inmediatamente en libertad. Nadie debe ser encarcelado meramente por ejercer el derecho a la libertad de expresión y la reunión pacífica», recalcó la organización en un comunicado.

Amnistía Internacional también denunció que las autoridades rusas impusieron «medidas de seguridad similares a la ley militar», bloqueando calles, cerrando negocios e interrumpiendo con inhibidores el acceso a internet durante la mayor parte de la protesta.