La Unión Europea y China no terminan de encontrar la sintonía ni despejar el camino hacia el acuerdo global de inversiones que persiguen desde hace más de un lustro y que todavía aspiran a cerrar antes de que acabe el año. La cumbre al más alto nivel político, celebrada este lunes por videoconferencia, tampoco ha logrado desencallar el pacto que a ojos de la UE requerirá de mucha más reciprocidad y equilibrio del que Pekín está dispuesto por el momento a ofrecer.

"China todavía tiene que convencernos de que merece la pena un acuerdo de inversiones", ha avisado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras el encuentro con el presidente chino, Xi Jinping. "Queda mucho por hacer", ha añadido.

A la cumbre, de algo más de dos horas, también han asistido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la cancillera alemana Angela Merkel en nombre de la presidencia rotatoria de la UE. "Europa necesita ser un actor, no un mero campo de juego", ha recordado el político belga defendiendo una relación con China basada en la reciprocidad, la responsabilidad y la justicia. Las palabras no son suficientes. Es hora de convertirlas en acciones y los compromisos en hechos, ha reclamado.

AVANCES SUFICIENTES

Aunque las autoridades europeas han constatado algunos avances en los últimos tres meses sobre el comportamiento de las empresas estatales, la transferencia forzosa de tecnología o la transparencia en los subsidios- todavía quedan cuestiones importantes pendientes por resolver, como el acceso al mercado chino o el desarrollo sostenible.

La UE tampoco esta contenta con el trato comercial que reciben las empresas europeas, particularmente en el ámbito de los servicios financieros, el sector digital y el comercio agroalimentario, aunque consideran un paso importante la firma este mismo lunes del acuerdo sobre indicaciones geográficas que permitirá proteger mejor a productos de calidad. "Es un paso en la dirección correcta", ha celebrado la UE.

Más allá de las relaciones económicas, el comercio y la reforma de la OMC el encuentro también ha servido para abordar la situación del covid-19, el cambio climático y los derechos humanos en China. Los dos primeros asuntos no han generado particular discordia y Bruselas se ha limitado a pedir cooperación y compromiso para identificar el origen de la pandemia o acelerar el avance hacia la neutralidad climática.

Más peliaguda es la cuestión de los derechos humanos. "La ley de seguridad nacional para Hong Kong sigue causándonos preocupación. Se deben escuchar las voces democráticas en Hong Kong, proteger los derechos y preservar la autonomía", ha exigido Michel. La UE también ha mostrado su inquietud por el trato que reciben las minorías en Xinjiang y el Tibet, así como los activistas humanitarios y los periodistas, y ha urgido a Pekín a respetar la legislación internacional y evitar una escalada de las tensiones en el mar del sur de China.