Los líderes de los 25 estados de la Unión Europea (UE) firmaron ayer de forma solemne en la colina del Capitolio de Roma la primera Constitución europea. En el mismo salón donde hace 47 años nació la Comunidad Europea, y con cuatro veces más estados miembros, la nueva Europa reunificada se adentró en una nueva era para "encarnar la estabilidad, la prosperidad, la paz y la justicia en el mundo", como destacó el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, bajo cuya presidencia se pactó el Tratado Constitucional.

"Nunca hemos conocido en nuestra historia un periodo tan largo de paz y libertad", recordó el primer ministro holandés y presidente semestral de la UE, Jan Peter Balkenende. "Con la firma de la Constitución, reafirmamos nuestro pleno compromiso con una vida sin guerra y sin injusticias; con la libertad que nos es tan querida", prosiguió. "En numerosas partes del mundo se mira con admiración lo que somos capaces de realizar juntos", añadió.

EJEMPLO MUNDIAL "Nunca se había visto en la historia un ejemplo de naciones que hayan voluntariamente decidido ejercer conjuntamente sus poderes soberanos en el interés exclusivo de sus pueblos, superando sus razones de rivalidad y de desconfianza seculares", recalcó el primer ministro italiano y anfitrión, Silvio Berlusconi.

"La nueva Europa, dotada de una Constitución, debe convertirse en el motor del bienestar económico y social de sus pueblos y de la paz en el mundo", afirmó el presidente saliente de la Comisión, Romano Prodi.

MOTIVACION El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, instó a los gobiernos nacionales y a las instituciones comunitarias a realizar "un esfuerzo de explicación y motivación para vencer a los dos grandes enemigos de nuestra democracia, que son la ignorancia y la indiferencia", y lograr la ratificación de la Constitución por todos los estados de la Unión Europea.

El futuro presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en una referencia velada a la crisis política actual de la UE, destacó que "más que nunca, hoy se necesita perseverancia, una voluntad sin fisuras y una total confianza en el futuro para poder vencer los desafíos que se plantean a la UE".

ESPAÑA, EL SEPTIMO El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, fueron los séptimos en firmar la Constitución, a las 12.05 horas del mediodía. La firma se realizó por estricto orden alfabético de los nombres de los países en su propia lengua, bajo la mirada fija de una colosal estatua de bronce del papa Inocencio X, en el salón de los Horacios y Curiaceos del palacio de los Conservatori. Bélgica fue el primer país y el Reino Unido fue el último.

Bulgaria, Rumanía y Turquía, que participaron como candidatos en la negociación del Tratado Constitucional, firmaron el Acta Final de la Conferencia Intergubernamental que pactó la Constitución para expresar su compromiso con el texto de la misma. Croacia, que aspira a iniciar el año próximo las negociaciones de adhesión, entregó a la presidencia de la UE una declaración escrita en la que también expresaba su compromiso con la Constitución.

Mientras el Gobierno italiano se reunió por la tarde para iniciar el proceso de ratificación de la Constitución europea, el Reino Unido anunció que convocará un referendo a principios del 2006 y Polonia, en octubre del 2005. Ambos son los países donde resultará más difícil la ratificación de la Constitución.