Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron anoche ofrecer a Turquía abrir las negociaciones de adhesión el 3 de octubre del 2005, con la previsión de que durarán como mínimo unos 10 años, aunque sin precisar ninguna fecha de referencia para su futuro ingreso.

Los líderes, pese a todas las cautelas y condiciones especiales introducidas en el marco de negociación, consensuaron que el objetivo de esas negociaciones debe ser la incorporación de Turquía como miembro de pleno derecho de la UE. La reivindicación de una parte importante de la derecha europea de limitar la vinculación con Turquía a una mera asociación especial fue descartada por la cumbre europea.

PASO HISTORICO La decisión de iniciar las negociaciones con Turquía --que la presidencia holandesa tenía previsto anunciar oficialmente a medianoche-- constituye un paso histórico sin precedentes al abrir la UE por primera vez a la integración de un país musulmán.

La posibilidad de que Turquía pueda convertirse en un Estado miembro ha desencadenado una feroz campaña en contra de un núcleo importante de la derecha europea, liderado por los conservadores alemanes, que asegura que supondrá el fin de la UE. Sin embargo, esta campaña, que intenta avivar el temor de los ciudadanos europeos, no pudo impedir que el Parlamento Europeo respaldara el pasado miércoles la apertura de esas negociaciones por una amplia mayoría de 407 votos a favor y 262 en contra.

CAUTELAS El marco negociador que consensuaron anoche los líderes de los Veinticinco intenta precisamente contrarrestar ese temor ciudadano mediante la imposición de unas condiciones especialmente estrictas a lo largo de todo el proceso, que no se han aplicado a los países del Este que se integraron en la UE el pasado 1 de mayo, ni a Bulgaria y Rumanía, que deben incorporarse el 1 de enero del 2007. En primer lugar, los líderes europeos indicaron que la negociación será un proceso abierto, que sólo conducirá a la adhesión si Turquía cumple todos los requisitos. La UE exigirá a Turquía que reconozca a Chipre antes de abrir la negociación y que dirima sus problemas territoriales con Grecia de forma dialogada o, si es necesario, a través del Tribunal Internacional de Justicia.

SUSPENSION Tras reclamar a Ankara que complete el proceso de reformas políticas para garantizar el respeto efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales, los Veinticinco advierten de que en el caso de violación "grave y persistente" de la democracia, las libertades y los derechos, se suspenderán las negociaciones de adhesión.

El proyecto de conclusiones de la presidencia holandesa destaca, además, que se exigirá a Turquía una "tolerancia nula respecto a la tortura y los malos tratos". La suspensión de las negociaciones, según el documento, podrá plantearla la Comisión Europea o un tercio de los estados de la UE. La decisión se adoptará en el Consejo de la UE por mayoría cualificada.

Los líderes también consensuaron establecer cuando sea necesario "criterios indicativos" sobre la aplicación práctica de las reformas políticas y legislativas que Turquía deberá cumplir antes de poder abrir la negociación de cada capítulo del tratado de adhesión. El marco negociador, asimismo, prevé que puedan plantearse periodos transitorios prolongados, excepciones, disposiciones específicas o cláusulas de salvaguardia permanentes, que podrán aplicarse cuando sea preciso a la política agrícola, a las ayudas regionales y a la libre circulación de personas.