Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) lograron ayer muy pocos avances al reanudar las negociaciones de la Constitución europea. La presidencia semestral irlandesa de la UE sólo pudo constatar consensos mayoritarios en dos puntos: el sistema de presidencia de los consejos de ministros sectoriales, y el equilibrio de poderes entre el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo en la aprobación del presupuesto comunitario anual. Los 25 miembros de la Unión Europea, por el contrario, han planteado nuevas exigencias innegociables y han cuestionado la fórmula de compromiso con la que la presidencia quería dar por pactados de golpe más de 40 apartados distintos.

SIN EUFORIA "No ha sido la euforia", ironizó el ministro francés, Michel Barnier, al concluir la primera jornada de negociaciones. El ministro español, Miguel Angel Moratinos, prefirió, por su parte, mostrarse "optimista", pese a la enorme cantidad de cuestiones que aún deben pactarse en el plazo de apenas un mes.

La mayoría de los 25 aceptó que las presidencias de los consejos de ministros sectoriales de la UE sean asumidas por equipos de tres países durante un plazo de 18 meses. En ese periodo, cada país, asistido por los otros dos, presidirá durante seis meses todos los consejos sectoriales. Las divergencias, sin embargo, se multiplicaron a medida que se abordaban las demás cuestiones, como el marco financiero plurianual de la Unión Europea.

Francia advirtió de que "no podrá aceptar" la exigencia española de que las decisiones en la UE deben estar respaldadas por una mayoría de países que agrupen al menos el 66% de la población. Barnier defendió la propuesta del proyecto de Constitución de que las decisiones en el Consejo de Ministros sean adoptadas por una mayoría de estados que represente el 60% de la población.

Barnier, no obstante, reconoció que habrá que encontrar una solución para España y Polonia "siempre que no desmantele" el proyecto de Constitución. Francia, precisó Barnier, no va a bloquearse en la fórmula de mayoría de estados y 60% de población, y está abierta a un compromiso. Pero dejó claro que el porcentaje de población planteado por España es excesivamente elevado.

DEFENSA Al margen de las negociaciones sobre la Constitución, el Consejo de Ministros de la UE aprobó un programa para desarrollar las capacidades militares europeas con el objetivo de resolver para el 2010 las actuales carencias en equipamiento, armamento, transporte y comunicaciones. El plan incluye tener en el 2007 al menos nueve unidades de choque de unos 1.500 soldados cada una, rápidamente desplegable fuera del territorio europeo en caso de crisis internacionales, así como disponer de un portaviones con su correspondiente ala de combate y escolta naval para el 2008.