Desde que la junta militar de Birmania diera un golpe militar y detuviera a la premio Nobel de la Paz y líder del país, Aung Suu Kyii, el pasado 1 de febrero, unos 250 birmanos han muerto víctimas de la represión desatada en el país asiático. En respuesta a esta situación, los ministros de Exteriores de la Unión Europea han decidido imponer este lunes sanciones a once miembros de la junta en respuesta a la represión militar y política contra manifestantes pacíficos.

Diez de los once sancionados son altos cargos de las Fuerzas Armadas. Entre ellos el comandante en jefe, Min Aung Hlaing y el vicecomandante en jefe Soe Win. También ha sido sancionado el presidente de la comisión electoral Thei Soe por su papel en la anulación de los resultados de las elecciones de 2020. Los once sancionados no podrán entrar en la UE y verán sus bienes en el territorio europeo, si los tuvieran, congelados.

Esta decisión se suma a la suspensión de la ayuda financiera al Gobierno y la inmovilización de toda la ayuda a los órganos gubernamentales que se considere legitiman a la junta militar de Birmania como respuesta al “derrocamiento ilegítimo del Gobierno democráticamente elegido y la brutal represión que la junta ejercer contra manifestantes pacíficos”. La UE no descarta nuevas medidas restrictivas contra entidades económicas que sean propiedad o estén bajo control de las fuerzas armadas birmanas. "La excesiva violencia que estamos viendo sobre el terreno es inaceptable, el número de muertos ha llegado a una escala intolerable", ha avisado el ministro de exteriores alemán, Heiko Maas.

China en el punto de mira

Además de las sanciones contra los altos cargos birmanos, los Veintisiete también han acordado este lunes volver a utilizar el mecanismo que permite sancionar las vulneraciones de derechos humanos y que estrenaron hace unas semanas para castigar a cuatro altos cargos de Rusia por el caso Navalni. En esta ocasión, la UE ha decidido castigar a once personas y cuatro entidades, entre ellos a cuatro altos cargos y a una empresa constructora de China por los abusos de los derechos de la minoría musulmana uigur en Xijiang.

Entre las personas sancionadas, con prohibición de viaje a la UE y la congelación de bienes, se encuentra el director de la oficina de seguridad pública de Xinjiang, Chen Mingguo, que ya fue castigado el año pasado por Estados Unidos, así como varios altos cargos y el exresponsable del Partido Comunista de la región Zhu Hailun.

Se trata de la primera vez desde la masacre de la plaza de Tiananmen, en 1989, en la que la UE castiga a dirigentes del régimen chino. La lista de nuevos sanciones por vulnerar derechos humanos también incluya a personas de la República Popular Democrática de Corea, Libia, Sudán del sur y Eritrea.