Nigel Farage deberá competir en las urnas con su antigua formación, el UKIP, y algún espontáneo. Tocado, pero no hundido, el Partido de la Independencia del Reino Unido ha girado hacia posiciones más y más extremas. Su actual agenda se centra en la propaganda anti-islámica y provocadoras protestas callejeras.

Su líder, Gerard Batten, describe el islam como «el culto a la muerte» y ha nombrado como asesor a Tommy Robinson, un antiguo fundador del movimiento xenófobo Liga de Defensa Inglesa. Robinson, con varias condenas de cárcel por agresión, fraude hipotecario y desacato al juez, es ahora el líder de la extrema derecha radical británica. El que en otro tiempo era, sin más retorica, un hooligan racista y un borracho cervecero, es ahora candidato independiente al Parlamento Europeo. Robinson, cuyo verdadero nombre es Stephen Yaxley-Lennon, de 36 años, sin oficio conocido, se presenta por «las comunidades de la clase trabajadora». A Farage le acusa de ser «otro millonario que mira con despreció a las clases trabajadoras». En un mitin celebrado en una barriada de Manchester esta semana, prometió que viajará por «las comunidades de clase trabajadora del noroeste» de Inglaterra. Robinson repele a la inmensa mayoría de la sociedad británica, pero tiene un gancho peligroso entre ciertos grupos de jóvenes.