Las elecciones europeas arrancan hoy en el Reino Unido con 46 millones de votantes convocados a las urnas. Y también en Holanda, donde el xenófobo y euroescéptico Partido por la Libertad, liderado por Geert Wilders, parte como favorito. A los británicos les corresponde elegir a 73 eurodiputados, entre unos candidatos desconocidos en su inmensa mayoría para la opinión pública. Los sondeos apuntan a una pugna entre el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y el Partido Laborista. El UKIP podría demostrar que, por primera vez, cuenta con implantación a nivel nacional ya que aspira a doblar los votos obtenidos en el 2009. La baja participación prevista, del 35%, sería un factor que le beneficiaría a la hora de sacar partido de los que van a utilizar las europeas para protestar contra el Gobierno.

El último sondeo divulgado por la London School of Economics indica que el UKIP saltaría de los 13 eurodiputados que lograron hace cinco años a los 24 escaños. Los laboristas se quedarían con un escaño menos, obteniendo 23 y ganando así diez puestos con respecto al 2009. Los conservadores, en cambio, relegados a la tercera posición, verían mermar sus eurodiputados de 25 a 17.

Para los liberaldemócratas, que son irónicamente los más preeuropeos, se pronostica una catástrofe. Sus 11 eurodiputados podrían reducirse a tan solo dos, o incluso desaparecer por completo de la Eurocámara. A su líder, Nick Clegg, le apodan ya «el liberal solitario».

CON LA VISTA EN EL REFERENDO

Nigel Farage, el líder del UKIP, espera que los resultados que se harán públicos el domingo obliguen al jefe de los laboristas, Ed Miliband, a aceptar la convocatoria de un referendo sobre la salida del Reino Unido de la UE, tal y como ya se ha comprometido a hacer el conservador David Cameron.

Farage, que no cuenta con ningún diputado en la Cámara de los Comunes, sueña en voz alta con repetir el triunfo de ahora en las elecciones generales del próximo año. Pero si bien los sondeos sugieren que el 60% de los que hoy voten UKIP lo harán también en las generales, es muy difícil que Farage consiga un solo diputado en el 2015, donde se aplica un sistema distinto.