Los primeros resultados en las elecciones locales celebradas ayer jueves, para elegir concejales en 161 ayuntamientos de Inglaterra, muestran un gran avance del UKIP, que se ha adjudicado votos de todos los grandes partidos tradicionales.

En los 64 ayuntamientos escrutados hasta las diez de la mañana, los laboristas habían logrado el mayor número de votos, ganando 105 puestos, el UKIP ha conseguido 89 concejalías, los conservadores han sufrido una gran derrota perdiendo hasta 97 puestos de momento y los liberal demócratas presencian una catástrofe con la pérdida 102 concejales.

El partido de Nigel Farage surge como una fuerza de implantación nacional en el norte y en el sur de Inglaterra, donde ha arrebatado el control de varios ayuntamientos a los tories. El UKIP ha limitado también considerablemente la victoria de los laboristas, que como principal fuerza de oposición, aspira a ganar las elecciones generales el próximo año.

“El zorro del UKIP ha entrado en el gallinero de Westminster”, ha declarado Farage, que concentrará ahora todos sus esfuerzos para lograr escaños en el parlamento británico.

En las elecciones locales de ayer, celebradas sólo en algunos lugares de Inglaterra, no había grandes alcaldías en juego, pero son los últimos comicios antes de las elecciones generales y los resultados se interpretan como un signo de por dónde parece que pueden ir los votantes. Farage espera además convertirse el domingo en el partido más votado en las elecciones europeas.

Los analistas dan por terminada la larga etapa en la que la política británica se ha decidido entre tres partidos tradicionales. A partir de ahora se habrá de contar con una cuarta formación, racista y xenófoba, decidida a sacar al Reino Unido de la Unión Europea. “Vamos a ser jugadores serios”, en las elecciones del 2015, ha prometido Farage, eufórico con los primeros resultados.