Fuertes lluvias y vientos han empezado a azotar dos estados del este de India y partes de Bangladés a pocas horas de que entre de lleno el superciclón 'Amphan', que ha obligado a las autoridades a evacuar a varios millones de personas en ambos países, una operación dificultada por la pandemia del coronavirus. Los expertos aseguran que el superciclón, que entrará por la bahía de Bengala, propiciará lluvias torrenciales y ráfagas de viento de hasta 190 km/h.

"Ha sido un desafío evacuar a las personas mientras se mantiene el distanciamiento por la pandemia. Hemos duplicado el número de refugios de ciclones para garantizar un distanciamiento e higiene seguros", ha explicado Enamur Rahman, ministro para la gestión de desastres. Las autoridades temen que los cultivos queden totalmente arrasados por lo que se ha estado ayudando a la población a trasladar productos frescos y ganado a tierras más altas, ya que se trata del modo de subsistencia para la inmensa mayoría de la población.

Traslado de rohignyas

"Afortunadamente, la cosecha de arroz casi se ha completado. Aún así, el ciclón puede dejar un rastro de destrucción", ha admitido Mizanur Rahman Khan, un alto funcionario del Ministerio de Agricultura. Funcionarios de Bangladesh han explicado también que se ha trasladado a cientos de refugiados rohingya que vivían en una isla propensa a las inundaciones en la Bahía de Bengala a refugios seguros.

La policía del estado de Bengala Occidental, que se espera que se vea gravemente afectada por la tormenta, dijo que la gente no estaba dispuesta a ir a los refugios porque tenían miedo de contraer el covid-19 y muchos se negaron a dejar atrás su ganado.

"Literalmente hemos tenido que obligar a la gente a abandonar sus hogares, hacer que usen máscaras y colocarlos en edificios gubernamentales", dice un alto funcionario policial de Kolkata.