Amenaza de guerra abierta en Crimea. Si era solo una amenaza, nunca había parecido más creíble. La flota rusa del mar Negro ha negado que tenga planes de lanzarse al asalto de las unidades militares ucranianas en Crimea, como se había asegurado el Gobierno de Ucrania citando a fuentes militares. Un comandante de la flota rusa en Sebastopol, citado por la agencia Interfax, niega las amenazas. Pero lo cierto es que el ambiente en las costas de Crimea huele a pólvora. Ante el cruce de amenazas y falsos rumores, los contactos diplomáticos se han incrementado en las últimas horas para evitar que cualquier bala perdida desate un conflicto de impredecibles consecuencias.

Intervención de EEUU

El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, ha llamado al primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, para instarle a que Rusia "retire sus fuerzas" de la península ucraniana de Crimea, apoye el "despliegue" de supervisores internacionales e inicie un "diálogo" con el Gobierno ucraniano. La llamada se ha producido después de las conversaciones mantenidas durante el fin de semana por Medvédev y el primer ministro interino ucraniano, Arseni Yatseniuk. El mismo secretario de Estado de EEUU, John Kerry, viajará a Kiev este martes para expresar el apoyo estadounidense a las autoridades ucranianas ante la intervención militar rusa en Crimea, que Washington ha calificado de "acto descarado de agresión". Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, rechazó estas demandas y aseguró que Moscú se ha limitado a la defensa de los derechos fundamentales de los rusos que residen en Ucrania. Pese a las llamadas al diálogo, las tensiones en Ucrania se han incrementado en las últimas horas.

Los miembros del G7, formado por los países más industrializados, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, decidieron suspender su participación en los preparativos de la cumbre del G-8, que comnponen esos estados más Rusia, prevista para junio en la ciudad rusa de Sochi. Por ello, se presume que la solución a la crisis de Crimea requerirá bastante tiempo y esfuerzos de todos.

La amenaza. ¿Falsa?

Fuentes del Ministerio de Defensa de Ucrania aseguraban esta tarde del lunes que la flota rusa en el mar Negro está dispuesta a iniciar un ataque militar si las tropas de Ucrania en Crimea no se rinden antes de las 4.00 horas de la madrugada de este martes. En el marco, el Ministerio del Interior de Ucrania ha divulgado que tiene información acerca de que se está preparando una provocación en el territorio de Crimea, en la que varios soldados rusos serían asesinados para "legalizar la intervención rusa" en esa república autónoma ucraniana. El viceministro del Interior, Nikolai Velikovich, dijo que sus servicios tienen datos acerca de que la próxima madrugada, del 3 al 4 de marzo, tres o cuatro soldados rusos serán asesinados por desconocidos. "Todo ello para legalizar la entrada de las tropas rusas en el territorio de nuestro Estado", aseguró Velikovich, citado por medios locales.

Dura posición de Rusia

Mientras todo apunta a una noche de cuchillos largos en Crimea, la férrea posición mantenida por Rusia en el conflicto hace temer que las amenazas terminen por cumplirse. Rusia desoyó este lunes en la sede de la ONU las acuciantes demandas internacionales para que cambie de postura y repliegue las tropas desplegadas en Crimea y se limitó a afirmar que sus acciones responden a la defensa de los derechos fundamentales de los rusos que residen en Ucrania.

Defensa de los rusos

"Los que han tomado el poder en Ucrania están imponiendo su victoria para atacar los derechos fundamentales de los rusos. Hay que defenderse de esta agresión", afirmó contundente el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, en la vigésimo quinta sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que comenzó en Ginebra. La defensa de los derechos fundamentales de los rusos, amenazados, según Lavrov, por las acciones de las nuevas autoridades ucranianas, fue el hilo conductor de su discurso, en el que no hubo lugar para la autocrítica o el matiz.

Crimea

Crimea fue parte de Rusia hasta 1954, cuando el entonces líder soviético, Nikita Jruschov, se la regaló a Ucrania, y alberga en su territorio la base de la Flota rusa del Mar Negro. El Senado ruso concedió la autorización y durante el fin de semana fuerzas militares rusas tomaron posiciones en Crimea. Para el canciller, no hay ninguna duda de que los que gobiernan en Kiev son "radicales antidemocráticos" que han tomado el poder de forma ilegítima y por ello la Federación Rusa considera que tiene el deber de "defender" a los "hermanos rusos" residentes en Ucrania. Las fuerzas rusas permanecerán en Crimea "hasta que se respeten los derechos de los rusos y se normalice la situación política".

La nueva Ucrania

El poder en Ucrania está en manos de un Gobierno interino presidido por Alexandr Turchínov desde que una revuelta civil logró desbancar al anterior mandatario, Viktor Yanukóvich, el pasado 22 de febrero. De nada sirvieron los discursos pronunciados en el Consejo por líderes occidentales, especialmente europeos, ni las peticiones explícitas del secretario general de la ONU, Ban Ki moon, que solicitó a Rusia que la "independencia, la seguridad, y la integridad territorial" de Ucrania fueran preservadas.

La posición de EEUU

El gran ausente de la jornada fue Estados Unidos, quien no participó en el segmento de alto nivel de la sesión del Consejo tal y como estaba previsto. Inicialmente, la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas en Nueva York, Samantha Power, debía intervenir este lunes en Ginebra, pero su viaje fue cancelado sin aducir razones.