Las últimas armas químicas declaradas por el Gobierno sirio han salido del país, en el marco del acuerdo para destruir el arsenal, según han informado las autoridades sirias y ha corroborado la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), la misión encargada de supervisar esa operación.

La televisión oficial siria ha asegurado que la salida del último cargamento de armas químicas demuestra el «compromiso» del Gobierno de Damasco pese «a las difíciles condiciones de seguridad y los desafíos que presentan los ataques terroristas contra la nación siria y su pueblo». Ahmet Uzumcu, jefe de la OPAQ, se ha encargado de de aclarar: «No podemos decir que en Siria ya no hay armas químicas».

La destrucción

La misión de la OPAQ se centrará a partir de ahora en las operaciones marítimas necesarias para entregar los productos químicos, que serán destruidos a bordo del buque estadounidense 'Cape Ray' y en instalaciones especiales de Finlandia, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos. La organización ha recordado que esta operación durará tiempo.