La carta de invitación de Donald Tusk a la primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del año, celebrada este viernes en Malta, prendió la mecha el pasado martes pero el barril de pólvora no ha llegado a estallar. Pese a la hostilidad manifiesta hacia Europa y la intromisión de la nueva administración norteamericana en asuntos internos europeos como el euro o el 'brexit', los 28 han optado este viernes por rebajar el tono, mostrar su cara más pragmática y evitar el choque frontal con Donald Trump.

“Obviamente hay preocupación entre los 28 sobre algunas decisiones adoptadas por la nueva Administración de Estados Unidos y sobre algunas actitudes que están adoptando pero no hay sensación de antiamericanismo sino de comprometernos con Estados Unidos igual, aunque necesitamos mostrar que no podemos permanecer en silencio cuando se ven afectados los principios”, ha resumido el primer ministro maltés y presidente de turno de la UE, Joseph Muscat, tras el almuerzo.

A su lado Tusk daba marcha atrás en sus calificativos del pasado martes -cuando calificó a la nueva administración estadounidense de ser una amenaza al nivel de Rusia, China o el yihadismo- y admitía la importancia de mantener unas relaciones trasatlánticas lo más sólidas posibles. “La única amenaza real es si no estuviéramos unidos ante los retos. La nueva situación es un reto pero puede convertirse en una amenaza si no mantenemos la unidad”, ha advertido.

UNIDAD ANTE TODO

Una unidad reivindicada también por la canciller alemana Angela Merkel que hasta en dos ocasiones reiteraba ante la prensa que “Europa tiene que forjar una posición común” y que “tenemos el destino en nuestras propias manos”. Aunque en los últimos días Alemania ha sido una de las dianas escogidas por la Administración Trump -ha acusado al Gobierno de Merkel de utilizar el euro para mantener su hegemonía comercial-, Berlín no recoge el guante. “Habrá temas en los que podamos trabajar juntos, como la lucha contra el terrorismo, pero también habrá áreas en el futuro en las que tendremos que hacer más en solidario”, ha advertido mencionando África, los acuerdos de libre comercio o la inversión en defensa.

Los líderes de la UE prosiguen a esta hora su reflexión sobre el futuro de la UE a 27, ya sin la británica Theresa May en la sala. Un encuentro que debe servir para encauzar la postura y empezar a elaborar la declaración con la que conmemorarán el 60 aniversario de la Unión Europea el próximo 25 de marzo en una cumbre en Roma.