El Gobierno venezolano ha informado este domingo que durante una "operación cívico-militar-policial" se desarticuló un intento de "mercenarios terroristas" de entrar por mar a La Guaira, a unos 30 kilómetros de Caracas. De acuerdo con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, la "contundente respuesta" tuvo como resultado la muerte de ocho personas que eran parte de una "agresión evidente, preparada por el imperialismo estadounidense en territorio colombiano".

El ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, dijo a su vez que esos "mercenarios procedentes de Colombia" pretendieron "realizar una invasión" con la finalidad de "cometer actos terroristas, asesinar a líderes del Gobierno revolucionario, incrementar el espiral de violencia, generar caos y confusión y con ello derivar en uno nuevo intento de golpe de Estado".

"Nos mantenemos en alerta y resistencia permanente ante cualquier amenaza". Las autoridades pondrán en marcha una nueva fase fase del ejercicio Escudo Bolivariano en las próximas horas para "buscar o detectar" en las zonas costeras "cualquier otro elemento o célula conspirativa".

El portal Contrapunto ha señalado sin embargo, sobre la base de una fuente militar, que la persecución no tuvo como objetivos "mercenarios" sino contrabandistas de gasolina. Venezuela, país petrolero por excelencia, sufre una escasez de combustible, en parte debido a las sanciones norteamericanas.

Armas "de gran calibre"

La información oficial rechaza esa hipótesis y consigna que el presunto grupo armado intentó realizar su incursión con lanchas rápidas. Sin embargo, "la acción oportuna y efectiva de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de la fuerza y de acción especial y policiales de la Policía Nacional Bolivariana fueron abatidos unos y detenidos otros". El presidente de la Asamblea Constituyente y en los hechos número dos del madurismo, Diosdado Cabello aseveró que los atacantes traían "armas de gran calibre, vehículos con ametralladoras instaladas" y que el "narcotráfico" apoyaba esa operación.

El vicepresidente Tarek William calificó de "repugnante" una acción llevada a cabo en medio de la pandemia. El incidente del domingo ha tenido lugar en medio de un país paralizado por las medidas adoptadas para frenar el avance de la pandemia y a casi un año del fallido intento de alzamiento castrense para desplazar del poder a Nicolás Maduro.