Al menos 13 personas han resultado heridas en el municipio Chacao, en el este de Caracas, tras violentos enfrentamientos entre manifestantes opositores y agentes de seguridad pública al término de una concentración en contra del Gobierno de Venezuela y en favor de la opositora María Corina Machado, según ha informado el alcalde opositor Ramón Muchacho.

Los enfrentamientos se han producido tras la concentración en apoyo a Machado, que fue despojada la semana pasada de su cargo como diputada de la Asamblea Nacional. La líder opositora pretendía marchar hasta el Parlamento venezolano, pero un cordón policial le ha impedido el paso y ha dispersado la manifestación con gases lacrimógenos y perdigones. Un grupo de ciudadanos ha respondido entonces lanzando cócteles molotov, piedras y botellas.

Muchacho ha explicado que hay cinco heridos por "contusiones / laceraciones", uno por recibir un disparo de perdigón, dos por "traumatismo torácico-abdominal", uno por fractura y cuatro por disnea. La oenegé Foro Penal Venezolano ha apuntado por su parte que al menos 15 personas han sido detenidas.

El presidente del país, Nicolás Maduro, ha condenado los incidentes y ha aprovechado para insistir en responsabilizar de la violencia a "la ultraderecha". "Ya basta señores fascistas, ya basta ultraderecha. ¿Hasta dónde van a llegar ustedes? ¿Qué sería de Venezuela si esta gente lograra tener poder y tomar el poder político en Venezuela?", se ha preguntado en su programa de radio de los martes, 'En contacto con Maduro'.

Maduro habla de "realidad distorsionada"

El dirigente chavista ha publicado este martes un artículo de opinión con el título 'A call for peace' (Una llamada a la paz) en 'The New York Times' en el que llama al diálogo entre Gobierno y oposición. En el artículo, Maduro insiste en acusar a los medios de comunicación extranjeros de "distorsionar la realidad" del país y en defender la democracia venezolana. "Hemos construido un movimiento democrático participativo desde las raíces que ha asegurado que poder y recursos están equitativamente distribuidos entre la gente", asegura Maduro.

Tras enumerar los logros del régimen, el presidente venezolano carga contra las protestas y afirma que están siendo impulsadas por "sectores bienestantes de la sociedad" a los que acusa de querer "revertir las mejoras del proceso democrático" y de ser "responsables directos de la mitad" de las víctimas mortales de las protestas. Añade que el objetivo de los manifestantes es "la expulsión inconstitucional de un Gobierno democráticamente elegido".

Críticas a EEUU

También señala a EEUU --"describe como 'pacíficos' a los manifestantes-- y afirma que cuando Washington dice que apoya a la gente de Venezuela, "en realidad está apoyando al 1% de la población que quieren volver a los tiempos en los que el 99% no podían participar en política y en los que solo unos pocos --incluidas empresas estadounidenses-- se beneficiaban del petróleo de Venezuela".

Pese a toda la ristra de reproches, Maduro acaba el artículo afirmando que "es hora del diálogo y la diplomacia" y asegura que ha "tendido la mano a la oposición". "Venezuela necesita paz y diálogo para avanzar. Damos la bienvenida a aquellos que sinceramente quieran ayudarnos a lograr estos objetivos", remacha.

Venezuela vive sumida en una ola de protestas contra las políticas del Gobierno de Maduro que, en algunos casos, se han tornado violentas y en las que, desde el pasado 12 de febrero, han muerto al menos 39 personas, mientras que cientos han resultado heridas y detenidas.