Los opositores y los partidarios del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cerraron ayer sus campañas con marchas, caravanas, concentraciones y fiestas en las que ambas partes proclamaron apasionadas su "segura victoria" el próximo domingo. Los venezolanos decidirán en referendo la revocación o la confirmación del presidente al frente de los destinos del país.

Mientras, 118.000 efectivos de la Fuerza Armada se han desplegando por todo el país para garantizar la tranquilidad electoral el domingo. Decenas de miles de caraqueños ataviados con los colores de la bandera venezolana se manifestaban anoche desde seis puntos de la capital, para juntarse en la parte oriental de la principal autopista y gritar a favor del (contra Chávez) en la consulta revocatoria.

En rueda de prensa, Chávez saludó la "nueva estrategia internacional" del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y recordó que a José María Aznar le reprochó su injerencia y prometió enviarle un libro de Historia. El expresidente "se creía Fernando VII y que estamos en los tiempos de la colonia", afirmó el gobernante. Y remató: "Aznar se volvió polvo cósmico y debe de andar por las nebulosas de Andrómeda".