Lo indicaban todas las encuestas y se ha convertido en realidad. El bipartidismo alemán se hunde y son los verdes y la extrema derecha quienes capitalizan ese descontento. Como ya había quedado plasmado a escala nacional, estas elecciones europeas han evidenciado el creciente desencanto con los partidos tradicionales de Alemania y la fragmentación política del país con una participación del 59%, las mejores cifras desde 1994.

Según los sondeos a pie de urna, los conservadores (CDU/CSU) de la canciller Angela Merkel se mantienen como partido más votado con un 28% y un total de 28 escaños. Esa victoria da fuerza a la candidatura de Manfred Weber, ‘spitzenkandidat’ del Partido Popular Europea para ocupar la presidencia de la Comisión Europea (CE), sin embargo, no esconde la fuerte caída de la Unión, que ha perdido hasta un 7,3% de los votos.

La debacle es aún más acentuada para los socialdemócratas (SPD). En un enésimo revés que hunde especialmente su proyecto, el partido se queda con tan solo un 15,5% de los votos y 15 escaños, una caída del 11,8% que puede hacer replantear su gobierno en coalición con los conservadores en Berlín. Su líder, Katarina Barley dejará el Ministerio de Justicia por el Europarlamento. El partido también se ha desplomado hoy en las elecciones regionales de Bremen, donde perderían por primera vez en 73 años.

EUFORIA VERDE Y ULTRA

Los grandes vencedores de estos comicios han sido sin duda los Verdes. En un giro político al que el país ya se ha acostumbrado, la formación de centro-izquierda ha triunfado al casi duplicar sus resultados de 2014 y hacerse con un 22% de los votos que les permiten obtener un total de 22 escaños. Ska Keller, su líder, es también la candidata de los ecologistas europeos para relevar a Jean-Claude Juncker al frente de la CE.

Quien también está de enhorabuena es de nuevo la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Tras dar la sorpresa en 2014 el partido euroescéptico y anti-inmigración mejora sus resultados y obtiene un 10,5% de los votos, un 3,4% más, y hasta 10 escaños.

Aún así, la gran mayoría de los 64,9 millones de electores alemanes han optado por fuerzas pro-europeístas. La izquierda sindicalista Die Linke ha caído ligeramente hasta el 5,5% y seis diputados mientras que los liberales (FDP) crecen hasta el 5,5% y se quedan con cinco escaños.

Otros partidos más pequeños obtendrán representación en la Eurocámara como el satírico Die Partei, que con nombres nazis en sus listas ha captado un 2,6% de los votos, o los liberal-conservadores Electores Libres, socios del gobierno en Baviera, con un 2,2%.