EL USO de imágenes de los restos de las Torres Gemelas tras el 11-S en los primeros anuncios televisivos electorales de George Bush causó ayer una oleada de indignación entre las familias de las víctimas. "Las familias están que trinan", explicó William Doyle, que criticó la maniobra de Bush para usar el 11-S como trampolín para su reelección. M. H.