Una petición masiva de asilo político en EEUU de una compañía de danza cubana amenaza con tensar aún más las relaciones entre Washington y la isla. 43 miembros de Havana Night Club, una compañía que actúa desde agosto en un casino de Las Vegas, presentaron la solicitud de asilo el lunes. Otros siete integrantes que actuaban en Alemania también pidieron asilo en la embajada de EEUU. Detrás de esta petición masiva hay un poderoso grupo de presión de Miami.

La solicitud de asilo de los 43 bailarines y otros integrantes del grupo es las más masiva que recuerdan los expertos y la más significativa del último año, un periodo en el que el Departamento de Estado ha endurecido la concesión de visados a artistas cubanos alegando preocupaciones de seguridad relacionadas con el 11-S.

El hecho de que se le dieran los visados a un grupo poco conocido y no a artistas de renombre internacional como Ibrahim Ferrer o Chucho Valdés, a los que se negó la entrada, fue algo controvertido y ha motivado que algunos cuestionen los intereses de Washington y de la compañía.

El Departamento de Estado denegó los visados en febrero. La compañía siguió presionando a través de la Fundación Cubano Americana, del líder republicano de Florida Al Cardenas, e incluso de Kevin Costner. Al recibir la luz verde de Washington, La Habana puso reticencias al viaje, por lo que Nicole Durr, directora del grupo, animó a los bailarines a solicitar el permiso como individuos, y no como compañía.

Bill Martínez, un letrado de San Francisco, criticaba en Los Angeles Times la petición de asilo y dijo que la intención de la compañía siempre ha sido dejar en evidencia el régimen de Castro.

FALTA DE DIALOGO Por otra parte, los países de la Unión Europea reconocieron ayer que la ausencia de diálogo con el Gobierno cubano "no es positiva" y abogaron por entablar "un diálogo más constructivo y efectivo" con las autoridades de La Habana y la oposición, según un portavoz de la presidencia de la UE.

Los expertos del Grupo de América Latina de los Veinticinco, reunidos ayer en Bruselas, encargaron a los embajadores de la UE en Cuba un informe sobre cómo mejorar las relaciones. La UE reconsiderará su práctica de invitar a disidentes cubanos a sus recepciones diplomáticas.