En nombre de la guerra contra el terrorismo, EEUU fotografiará y tomará las huellas digitales a millones de turistas que a partir de mañana lleguen a alguno de los 115 aeropuertos internacionales del país. Los visitantes de España, la mayoría de países europeos, Canadá, Australia y Singapur (en total 27) no sufrirán esa draconiana medida si no se quedan más de 90 días en EEUU, ya sea por estudios o trabajo.

COMPARACION ELECTRONICA Las características de los turistas serán comparadas electrónicamente con un banco de datos, a fin de averiguar si el recién llegado ha estado fichado por actividades delictivas o terroristas. También detectarán si el visitante sobrepasó anteriormente su permiso de residencia y la policía de aduanas apuntará con mucha más precisión que ahora dónde se alojará. Este nuevo sistema se extenderá a todas las llegadas al país, por aire, tierra o mar, a partir del 2006.

Brasil, uno de los países cuyos ciudadanos tendrán que padecer este nuevo sistema de seguridad, ha pagado con la misma moneda a EEUU. Desde el pasado viernes toma fotografías y las huellas digitales a todos los estadounidenses que llegan a su territorio. La embajadora de EEUU en Brasil, Donna Hrinak, calificó ayer de "innecesaria" la medida.

El Gobierno de Sao Paulo tomó esta decisión después de que el juez federal Sebastiao da Silva, del estado de Mato Grosso, ordenara la medida. "EEUU no puede discriminar a los brasileños y considerarlos terroristas sin pruebas, a la vez que libera el ingreso a su país de ciudadanos de otros países, especialmente los ricos", dijo Da Silva.