El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, de 75 años, está en estado crítico después de que su salud sufriera ayer un grave deterioro. Ya entrada la noche, una ambulancia acudió a la sede de la Mukata, la residencia de Ramala donde el líder palestino ha permanecido confinado los últimos dos años, y un equipo de médicos entró en el edificio para atenderle.

"Arafat está muy, muy enfermo", declaró a la agencia Reuters un miembro del Gobierno palestino que pidió mantenerse en el anonimato. Otro de los miembros del Gabinete, Hassan Abú Libdeh, dijo que el presidente palestino se encontraba en estado crítico.

TRIUNVIRATO A primera hora de la madrugada se supo que el propio Arafat había nombrado un triunvirato para gobernar la Autoridad Nacional en el caso de quedar inhabilitado para hacerlo él. El triunvirato estará formado por el secretario general de la OLP, Mahmud Abbas (Abu Mazen), el primer ministro, Ahmed Qurei (Abu Alá) y el jefe del Consejo Nacional Palestino, Saleem Zaanún.

Abú Alá y Abú Mazen estaban anoche junto al lecho de Arafat. Su esposa, Suha, que reside en París, tiene previsto viajar hoy para estar junto a su marido. Los miembros de los servicios de seguridad palestinos recibieron anoche la orden de permanecer en sus puestos y fueron colocados en estado de alerta.

Un portavoz del Gobierno israelí señaló que Israel ha decidido permitir que Arafat sea trasladado al hospital de Ramala, o a cualquier lugar que él elija para recibir tratamiento y que, si fuera necesario, también permitiría la entrada de médicos procedentes de Jordania. En los últimos dos años, Israel ha restringido por completo los movimientos de Arafat, quien no ha podido abandonar la Mukata.

Algunos portavoces palestinos se limitaron a señalar que Arafat sufría un virus estomacal. El estado de salud del veterano dirigente es bastante precario desde hace ya algunos años. Padece la enfermedad de Parkinson y en varias ocasiones ha sufrido dolencias cardíacas y problemas intestinales.

Arafat, líder histórico y símbolo de la resistencia palestina, es el jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y, desde enero de 1996, preside la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Tras décadas de exilio, su regreso a los territorios palestinos ocupados por Israel fue posible gracias al histórico acuerdo de Oslo que, en 1993 y auspiciado por el entonces presidente de EEUU, Bill Clinton, firmó en Washington con el entonces primer ministro israelí, Yitzak Rabin, posteriormente asesinado.