Mahmud Abbas, alias Abú Mazen , el político moderado que ha sustituido a Yasir Arafat como líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), cosechó ayer un limitado éxito político, al conseguir que la Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa anunciaran un alto el fuego parcial, de 60 días, hasta las elecciones presidenciales de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) del próximo 9 de enero, lo que significa que estas dos organizaciones no cometerán atentados suicidas en Israel. Además, el Gobierno palestino quiere poner freno a las especulaciones sobre un envenenamiento de Arafat y ha pedido un informe médico a Francia sobre las causas de su muerte.

El anuncio de alto el fuego se produjo al término de la reunión que Abú Mazen celebró en Gaza con los 13 grupos palestinos, en la que les pidió la tregua para facilitar la transición palestina y legitimar a los sucesores de Arafat ante la comunidad internacional. El nuevo líder de la OLP logró el alto el fuego en un ambiente de tensión, un día después de salir ileso de un tiroteo en Gaza, que costó la vida a dos miembros de las fuerzas de seguridad.

HAMAS NO SE SUMA "Nos abstendremos de atacar objetivos en territorio israelí durante un período de 60 días para que no se nos acuse de sabotear el proceso democrático dentro de Palestina", declaró Abú Jaled, portavoz de la Yihad, al rotativo The Jerusalem Post . Sin embargo, no se produjo ningún comunicado oficial. El alto el fuego no se aplicará en Cisjordania y Gaza, donde sí seguirán los ataques contra objetivos israelís.

Hamas, el principal movimiento islamista palestino, ha decidido no sumarse de momento a esta tregua, según dijo su portavoz Sami Abú Zuhri. Aunque afirmó que "la lucha armada no cesará mientras continúe la ocupación", el portavoz añadió después que su movimiento podría acordar un alto el fuego, en función del "interés del pueblo palestino".

Al margen del alto el fuego, la Yihad Islámica y Hamas decidieron boicotear las elecciones presidenciales. Ambos grupos hacen naufragar así el gran proyecto de los nuevos líderes palestinos, que pretendían que el futuro presidente fuera elegido en unas elecciones con participación de todos los partidos.

LAS QUEJAS "Ni siquiera se nos ha consultado sobre la fecha de las elecciones presidenciales", se quejó el portavoz de Hamas. Pese a esto, el mayor movimiento islamista palestino sí concurrirá a los comicios legislativos y municipales y exigió que estas consultas se celebren cuánto antes. Por su parte, el portavoz de la Yihad Islámica afirmó: "No participaremos en unas elecciones hasta que seamos un Estado".

El boicot es la venganza de Hamas y la Yihad Islámica por la negativa de Abú Mazen y del primer ministro palestino, Ahmed Qurei, a aceptar un Gobierno de unidad nacional, tal y como ellos propusieron tras la muerte de Arafat. Además, Abú Mazen y Qurei también se niegan a poner en marcha el Consejo Nacional Islámico, una institución consultiva que piden los islamistas.

El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, pidió a Francia, el país donde estuvo hospitalizado Arafat, un informe médico en que se determinen las causas de la muerte del presidente palestino. "Pedimos oficialmente que la dirección palestina reciba el informe médico sobre la muerte del presidente y los motivos de su fallecimiento", indicó un comunicado. Esta petición se produce en un momento en que el misterio que planea sobre las causas de la muerte de Arafat ha disparado los rumores de que fue envenenado.

El Ministerio de Defensa francés respondió que el informe sólo podrá ser remitido a las personas que legalmente tengan derecho, que hasta el momento ha sido exclusivamente la familia.