John Kerry, candidato demócrata a la Casa Blanca, se enfrenta con otro obstáculo formidable en su pugna por desbancar al presidente de EEUU, George Bush, ya que millones de leales votantes demócratas, principalmente de raza negra, no podrán ejercer su derecho al voto, ya sea por barreras legales o por maniobras partidistas, según denuncian los abanderados de los derechos civiles en Estados Unidos. Según las encuestas, el 80% de los estadounidenses negros apoyan a Kerry.

"Hay personas y funcionarios que están tratando de impedir a la gente que voten contra su partido, y eso casi siempre significa impedir a los negros que voten por los demócratas", advirtió Mary Frances Berry, presidenta de la Comisión de Derechos Civiles de EEUU.

Además, cinco millones de antiguos presos que ya han cumplido sus sentencias, muchos de ellos de color, tampoco podrán votar en las elecciones del 2 de noviembre. Su derecho al sufragio está suspendido en 14 estados por leyes que se aprobaron en muchos casos en el siglo XIX, con el objetivo prioritario de privar del voto a los negros.

La supresión parcial del voto negro mermará las posibilidades de Kerry en estados clave para sus aspiraciones presidenciales, empezando por Florida, donde el 16% de los votantes carece de acceso a las urnas. Otro tanto sucede en Iowa, donde el volumen de negros privados de su derecho al sufragio se eleva al 25%, el mismo porcentaje que en Nuevo México. En Nevada, el 17% de los votantes negros tampoco puede votar.

INTIMIDACION Además de las cortapisas legales, se emplean todo tipo de trucos y hasta se llega a la intimidación para impedir que ciertos votantes ejerzan su derecho, explica Vicky Beasley, de la organización Ciudadanos por la Vía Americana. Una táctica utilizada es la de asustar a los votantes con la posibilidad de arresto al acudir al colegio electoral, si tienen pendientes de pago rentas, facturas de consumo energético o multas de tráfico, como se hizo en la ciudad de Baltimore en el 2002.

En ocasiones se disuade del voto simplemente exigiendo la presentación del carnet de conducir, algo que no es legal ya que el Gobierno federal sólo exige la presentación de una identificación con foto.