José Luis Rodríguez Zapatero emprendió ayer con optimismo su primera cumbre europea. El jefe del Ejecutivo acogió favorablemente la propuesta de la presidencia irlandesa para el reparto de poder institucional en la Unión Europea (UE), por entender que se aproxima a las pretensiones españolas. No obstante, seguirá defendiendo su objetivo inicial de un peso algo mayor para España hasta que se clarifique el escenario de la negociación.

Tanto la propuesta de la presidencia irlandesa como la española chocaban anoche con la resistencia exclusiva de un bloque de estados medianos y pequeños. En un encuentro bilateral previo al Consejo Europeo, Zapatero logró convencer a su homólogo polaco, Marek Belka, de que abandonara su defensa numantina del Tratado de Niza y se sumara a la posición española, según aseguraron fuentes de la Moncloa.

"NO SE HABLO DE NIZA" El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, destacó que, en la primera sesión de trabajo de los mandatarios europeos, "nadie pronunció la palabra Niza". Moratinos dio así por muerto el tratado de la UE negociado por el anterior Gobierno de José María Aznar, que otorgó a España un poder muy similar al de los cuatros países más grandes. Moratinos argumentó que dicho tratado ya estaba sentenciado antes de llegar el PSOE a la Moncloa. "Nosotros partíamos de la propuesta de la Convención (que revisó a la baja el poder obtenido por España en Niza), y la estamos mejorando", dijo.

La propuesta de la Convención establece que cualquier normativa debe ser aprobada por la mitad de los Estados y el 60% de la población. España plantea elevar el componente demográfico al 66,6% (1,6 puntos más de lo que dice la presidencia irlandesa). Ello rebajaría la minoría de bloqueo al 33,34%, con lo que España tendría más peso al formar grupos de veto. Zapatero también aspira a entre tres y cinco escaños más para España en la Eurocámara.

GIBRALTAR Los países medianos y pequeños defienden que las medidas necesiten el respaldo del 55% de los estados y el 60% de la población. Esta propuesta, que choca con el interés español de elevar el umbral demográfico, sería "muy difícil de aceptar", dijo Moratinos. Zapatero logró que la propuesta irlandesa incluya un apartado que impide a Gibraltar, con la futura Constitución, gestionar sus relaciones exteriores.

En su intervención ante los líderes europeos, Zapatero abogó por que salga adelante la Constitución, con dos condiciones: que respete los equilibrios básicos entre estados e instituciones, y que tenga "más eficacia" y "más democracia".

"IMPULSO" AL SOCIALISMO Antes de la cumbre, en un encuentro de líderes del Partido Socialista Europeo, Rodríguez Zapatero atribuyó la abstención en las elecciones europeas del 13-J a la "división" provocada por el debate constitucional y la guerra de Irak, así como a la "sensación de que el Parlamento Europeo no decide nada". Además, el presidente español propuso a sus correligionarios celebrar un cónclave en Madrid en el mes de noviembre para dar "impulso" al socialismo.