Daniel Zaragoza, escritor y viajero, lleva 5 meses varado en Zapala (Patagonia, Argentina). La pandemia le pilló en su último proyecto: recorrer América en bicicleta . Durante la cuarentena ha escrito su último libro y espera poder reanundar su aventura.

--¿Cuándo surgió la idea de este viaje?

--Al dar la vuelta al mundo en el 2016 me enamoré de Perú, Colombia y Brasil, por la ventaja del idioma y la similitud en nuestra manera de ser, por la naturaleza desbordante...Quería hacer un viaje de autosuficiencia, y me dije: ¿por qué no recorrer todo el continente americano en bicicleta?

--¿Había realizado otras aventuras de esta envergadura?

--Llevo viajando mucho desde que con 23 años (ahora tengo 39) entré en el Centro de Tecnificación de Alpinismo de Aragón, con ellos fui a escalar a los Alpes, los Atlas o las Montañas de Rocosas en Colorado. He recorrido más de 30 países en los cinco continentes y he escrito ocho libros, los viajes son la mayor fuente de inspiración en mi obra.

--Que un viaje así se paralice por una pandemia debe ser chocante ¿cuál fue su reacción?

--Era un viaje largo y no exento de riesgos y retos a superar, Algo podía detener mi viaje, nunca pensé en una pandemia. Mi idea era estar 2 o 3 años pedaleando, ya había superado lo más duro de la Patagonia, 3.700 km de lucha contra el viento y las largas distancias en la soledad de la pampa. Hubo unos días de rabia y tristeza, luego acepté que el viaje podía terminar y me dediqué por completo a escribir un nuevo libro, eso me salvó... Pasar más de dos meses encerrado, solo y a miles de kilómetros de tus familiares y amigos, ha sido una prueba de resistencia más dura que recorrer la Patagonia.

--Su historia se movió por la zona y recibió muchas respuestas ¿se imaginaba una ola así de solidaridad?

--Una mujer argentina afincada en Benasque que había leído varios de mis libros y me seguía en las redes sociales, vio que estaba en Zapala pasando la cuarentena. Lo comentó a sus familiares y amigos, corrió la voz y un periodista local hizo una nota en la prensa. En tres días recibí más de 200 mensajes con muestras de cariño, ofreciéndome comida, ayuda y ¡hasta varias casas!

--Convive desde hace meses con la mujer que le ha prestado su hogar ¿qué tal es la convivencia?

--Muy buena. Me alojo en un pequeño departamento anexo a la casa. Se han convertido en mi familia argentina.

--Una nevada afectó a la integridad de la casa en la que se aloja ¿cómo afecta a la vida en la casa?

--Destrozó el maltrecho tejado de la casa con 60 años de antigüedad. Con el deshielo se desprendieron muchas tejas, el agua chorreaba por el techo y las paredes.

--¿A dónde se dirigen los beneficios del ‘crowdfunding’ que realiza?

--El 50% de los beneficios irán destinados para la reparación del tejado. De momento, hemos conseguido un 15% del presupuesto, hay hasta el día 25 de septiembre para lograrlo.

--¿Se plantea seguir con el viaje?

--Los primeros días de la cuarentena acepté que el viaje podía terminar, pero ahora, cinco meses después, he tenido tiempo para pensar y tengo claro que no quiero volver a España. No estoy haciendo turismo, en mi realidad no existe separación entre trabajo y disfrute.