Abogada, auditora de sistemas y consultora de seguridad participó la semana pasada en Etopia en la inauguración de ‘La experiencia de la sala de cristal’, una iniciativa para concienciar a los usuarios sobre su huella digital.

—¿De verdad no tiene ni WhatsApp ni Facebook?

—No. A veces hago bromas que soy esa señora que es como Forrest Gump que se sienta en un banco porque está sola a hablar con la gente que pasa a su lado porque no tengo Facebook ni WhatsApp. Sí tengo Twitter.

—¿Por qué?

—Son extraordinariamente invasivos. Facebook es una máquina extractora de datos fundamentalmente y no me ofrece ningún servicio para que me compense. En el caso de WhatsApp fue un pequeño activismo. Me parecía una herramienta muy útil pero cuando una compañía como Facebook compra otra y para la valoración se basa en el valor de cada usuario, está claro que está comprando carne, nuestros datos.

—¿No somos conscientes?

—Creo que pasa un poco como con la dieta, todos somos conscientes cuando estamos comiendo mal pero no nos apetece dejar de hacerlo. Nuestro cerebro está pensado para el placer instantáneo. También he de decir que hay una cierta tendencia a culpabilizar a los usuarios y yo estoy en contra porque la tecnología es tan usable, útil, responde a cada una de nuestras necesidades y es gratuita... Está todo muy bien pensado y es muy difícil que la gente piense, volviendo a la dieta, en el infarto que te va a dar en cinco años. Diferimos la preocupación.

—Una de las polémicas que le estalló a Facebook es que había hecho pruebas para modificar el estado de ánimo de sus usuarios.

—Es una de las muchas cosas que dan mucho miedo pero no solo Facebook sino con muchas empresas que son netamente extractivas de datos. Facebook se está llevando la peor parte de esta discusión y no porque no se lo merezca pero no es la única. Está viviendo una crisis de reputación y de un modelo de negocio que llevaba funcionando 14 años de manera opaca. Esto nos ha mostrado cómo funciona la industria del dato. Mientras tanto, uno de los que ha capeado el temporal muy bien estando mucho más presente en la vida de la gente es Google.

—¿Y Amazon?

—Amazon en realidad tiene un modelo de negocio, con toda su extensión, que se centra en retail y extraer datos a base de los servicios que te dan con Prime. Parte del modelo es Alexa que sabe si estás acatarrado para que te sugiera medidas. De hecho, está patentada la posibilidad de que por el reconocimiento de tu estado de voz, te ofrezca un determinado producto. Pero es que Google está presente en la vida de todo el mundo porque un 90% de los usuarios en España tienen teléfonos Android, que es como llevar un señor acompañándote todo el día, lee y guarda todo. Su presencia es mucho más inquietante porque su capacidad de pasar desapercibido es mayor.

—¿Qué se puede hacer?

—Es difícil tomar decisiones si tienes 20 años pero los que ya tenemos una edad de tomar decisiones deberíamos hacer esta ponderación y buena parte de los servicios que la gente dice que los necesita en realidad no es así. Hay alternativas menos intrusivas.