Antonio Presencio, sevillano al que Aragón adoptó hace tiempo, es el director general de Palafox Hoteles, presidente de la Asociación de Hoteles de Zaragoza y Provincia y de la Comisión de Turismo de la Cámara. Acaban de presentar un informe demoledor sobre la situación de la hostelería.

-Esta semana, presentaron un estudio demoledor sobre la hostelería. El catedrático Marcos Sanso, autor del mismo, calificó los datos de "catastróficos".

-Así es, se trata del primer estudio económico elaborado de forma objetiva y científica por el equipo del catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza y el Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio sobre el impacto de la Covid-19 en el sector del Turismo y la Hostelería en Aragón; a grandes rasgos y sin entrar en pormenores, revela que entre los meses de marzo y diciembre de 2020 se produjo una reducción de facturación en más del 50% unos 1.100 millones de euros; una pérdida de valor añadido bruto en 600 millones de euros y una contracción de 60 millones de euros en los beneficios.

El sector del alojamiento, los hoteles, se lleva la peor parte con una caída de su facturación del 64%, 240 millones de euros menos y una merma de beneficios del 62,5% (33, 9 millones de euros).

El informe también avanza que en el año 2021 la previsión de contracción de la actividad se puede estimar en el 50% en los dos primeros trimestres, esperando que la dispensación de la vacuna elimine las restricciones sobre todo en la movilidad, que es lo que más nos afecta para el desarrollo de nuestra actividad. Por todo ello cabría añadir a las pérdidas del 2020 las de los dos primeros trimestres de 2021, por lo menos.

-Usted dijo que "cinco de cada diez hoteles están cerrados y no van a poder abrir". ¿Cuál es la situación que viven?

-Correcto. Según las recién publicadas cifras del INE del mes de diciembre, en España el 50% de los hoteles están cerrados. En Zaragoza capital más del 40% y algunos de ellos, desgraciadamente, no van a volver a abrir.

Estos datos ponen de manifiesto la asfixia económica del sector que está originando un gran quebranto patrimonial a los responsables de la actividad hotelera y hostelera, que está originando el abandono de la actividad de algunos de ellos y puede originar el de muchos más de no mediar algún tipo de medida de forma urgente que compense semejante diferencial negativo.

Además, aunque no transcienda, existe una profunda afección emocional, una frustración y una impotencia que tenemos que aprender a gestionar con innovación y creatividad. La situación es muy complicada a todos los niveles, no solo como es obvio para las empresas y los trabajadores, sino también para los clientes, que a veces no entienden las restricciones que se van dictando y que ven limitadas sus expectativas y experiencias como usuarios.

-Supongo que a las pérdidas en beneficios se suma el hecho de que en su caso son instalaciones con un gran gasto fijo.

-Inevitablemente la actividad de los hoteles es intrínseca a los inmuebles y está sujeta a todos los gastos de estructura de los activos en donde se desarrolla su actividad y aunque la mayoría de las empresas se han acogido a los ERTE y el servicio Público de Empleo abona a sus trabajadores el 70% de la base reguladora, tener cerrado un hotel es un suplicio económico que puede superar los 100.000 euros mensuales en los que se incluyen las rentas de alquiler, si las hubiera, costes de mantenimiento y conservación, suministros, cotizaciones a la Seguridad Social, impuestos, seguro, aplicaciones informáticas, etc.

-Luis Vaquer reivindicó ayudas para la hostelería. Imagino que sus peticiones son parecidas.

-Las asociaciones aúnan la voz del sector y legitiman la interlocución con las distintas administraciones locales, además de ayudar a interpretar las normas. Desde la Confederación de Empresas Turísticas de Aragón, y desde la Asociación de hoteles de Zaragoza y provincia coincidimos en que es un impacto jamás viso en tiempos de paz. Pensamos que no tiene sentido dejar caer a un sector tan estratégico como el Turismo y que ha demostrado una capacidad enorme de generación de riqueza, generación de puestos de trabajos e integración social. Pensamos que los dos paquetes de ayudas que aprobó el gobierno regional se quedaron cortas y estamos en 2021 sin ayudas a la vista.

La interlocución con la Dirección General de Turismo es constante y fluida, pero necesitamos que se empatice y se nos escuche de una forma proactiva desde el resto de Consejerías que nos afectan directamente: Sanidad, Economía y Presidencia.

En el ámbito local sucede algo parecido, la interlocución es constante y fluida con todos los departamentos del Ayuntamiento y partidos de la oposición; de una vez por todas, debemos seguir emprendiendo reformas como la del cambio del tipo diferencial impositivo equiparándolo al residencial en IBI que lastra la competitividad de la actividad de la industria turística zaragozana.

-Por dónde pasa un posible plan de rescate.

-Se trata de un asunto en el que todas las administraciones deben involucrarse de una forma incondicional y coordinada, para no dejar caer a la primera industria de España y la que mejor imagen internacional proyecta.

Desde Horeca Zaragoza hemos redactado un plan con más de 30 medidas, para que se puedan atender de forma urgente por las distintas administraciones territoriales.

A nivel nacional, entre otras, se exigen prolongaciones de ayudas en los ERTES hasta final de año, aplazamiento de impuestos y que gran parte de las ayudas y fondos que lleguen de Europa vayan al Turismo.

A nivel regional, aparte también de la transferencia de fondos que se reciban directamente de Europa, está el aumentar la movilidad o proteger la actividad del segmento de ferias o eventos (MICE) a través de la redacción de protocolos.

A nivel local; entre otras, la supresión de tasas fiscales, realizar compensaciones en favor de las empresas del sector o buscar posibilidades para estimular la demanda para posicionarnos en el mercado nacional e internacional como opción de referencia o a través de figuras de renombre como la de Goya.

Es momento de responder a un sector que nunca ha pedido nada, que siempre ha sido ejemplo, ha respondido y que ha sido, sin lugar a dudas, el más damnificado por la pandemia.

-Alemania, Francia o Italia han dado ayudas directas...

-Aunque el Gobierno de España sí ha aprobado medidas de ayuda a empresas, como he comentado, en forma de prórrogas de ERTE o aplazamiento de pago de alquileres, la cifra de 740 millones de euros, sólo representa el 0,75% del total a nivel europeo y corresponde a la suma de las ayudas aprobadas por 13 comunidades autónomas, casi el 50% de estas ayudas se concentra en tres comunidades como Canarias, C. Valenciana y Galicia.

En España, con una aportación al PIB del 12,5 %, estamos a la cola en ayudas directas; por detrás de Rumanía que ha dotado 2.000 millones de euros en ayudas directas; Italia con 5.000 millones, cuyo sector turístico no llega al 6%. Sin embargo, otros países como Alemania, Países Bajos o Dinamarca superan los 10.000 millones de euros cada uno en estos últimos tres meses.

Estamos reivindicando la aprobación de ayudas directas que alcance la cifra de 8.500 millones de euros, de lo contrario podría suponer la pérdida de un millón de empleos entre directos e indirectos, y el cierre de 100.000 establecimientos.

-En su caso, en Zaragoza, donde el grupo que encabeza tiene varios hoteles, si ustedes caen empieza el dominó. Éramos una ciudad de congresos que, ahora, no existen.

-Se plantean dos cuestiones muy diferenciadas. Por un lado, precisamente de esa consideración individualista es de la que se debe huir, pues ese efecto dominó al que alude está un tanto distorsionado y alejado de la realidad. A todos los efectos, Palafox Hoteles, forma parte de un colectivo sectorial y vela por la consecución de objetivos que, siendo colectivos, redundan en el beneficio e interés individual.

Se trata de un grupo hotelero comprometido con esta tierra, su historia, su cultura, que ha querido generar nuevas centralidades urbanas en distintas zonas de la ciudad de Zaragoza para dinamizarlas y siempre con una vocación de servicio de calidad fuera de toda duda.

Por otro lado, decir que “éramos una ciudad de congresos”, supone hablar en un pasado que desprecia un presente y sus posibilidades intrínsecas, posibilidades que, aun siendo difíciles de explotar en este momento, no por ello son despreciables. Debemos afrontar los tiempos que nos ha tocado vivir en el convencimiento absoluto de que Zaragoza es y seguirá siendo un destino de congresos, y de que nuestro liderazgo, a pesar de estar en riesgo ahora, por las restricciones a la movilidad y a los aforos, dependerá de la implantación de nuevos protocolos para la celebración de eventos que estamos solicitando y trabajando con los Departamentos de Turismo y Sanidad del Gobierno de Aragón.

-Ustedes mantienen abierto el Hotel Alfonso, pero hay otros emblemas del grupo que están cerrados. El Hiberus o el Hotel Reina Petronila, que son símbolos arquitectónicos, o el Palafox, con toda su historia. Usted va a trabajar allí muchos días. ¿Qué sensación tiene?

-Mis sensaciones son contradictorias. Por un lado muchos zaragozanos nos transmiten su sorpresa y tristeza al saber que estos hoteles y sus restaurantes están cerrados; mientras que por otro lado, empresas, agentes de viajes, y organizadoras de eventos nos trasladan que hay ganas de reiniciar la actividad y retomar los viajes y alojarse en nuestros hoteles en cuanto se levanten las restricciones.

En mi caso, pese a todo, no pierdo la ilusión: la resiliencia y la superación son mis principales motores de cambio. Debemos ser el cambio que queremos ver y percibir, y ser capaces de cambiar la mentalidad para poder adaptarnos y adelantarnos a las oportunidades, a los nuevos modelos de gestión por la digitalización que ya son una realidad.

-Palafox es el primer grupo de hoteles de Aragón. En él, siempre ha sido un referente de su "capital humano". Ese capital es el que ahora está sufriendo y el que será difícil recuperar si no reaccionamos pronto.

-Sin duda es una de las cuestiones más dolorosas. Las pérdidas económicas van acompañadas de situaciones personales y familiares que cada día se hacen más insostenibles. En los más de 60 años de existencia de Palafox Hoteles, ha creado puestos de trabajo, ha trabajado en equipo y ha contribuido a formar a miles de profesionales del sector de la hospitalidad y de la gastronomía. Como usted dice, creo que hemos participado en la construcción de un mejor destino de Zaragoza y Aragón.

Se intuye que algunas comunidades turísticas vacacionales puedan recuperar la actividad antes que los destinos urbanos, por lo que tenemos que evitar que los colaboradores más cualificados marchen a esos destinos y perdamos ese capital humano. HORECA Zaragoza, ofrece desde el año 1998 siempre una oferta de magnífica formación gratuita tanto para empleados como desempleados. Curiosamente este año se han eliminado los planes de formación sectorial dirigidos a los trabajadores de hostelería, solicitamos su recuperación por ser una herramienta útil para atender las necesidades de las empresas. Es necesario, además, actualizar las acciones formativas que figuran en el catálogo formativo del SEPE. Es el momento de aprovechar bien el tiempo y reinventarnos apoyándonos en la formación.

-Si me deja entrar algo en lo personal, usted es "sevimaño", a estas alturas. Aunque en esta tierra que ha aprendido a amar represente a la Asociación de Hoteles de la Provincia. Imagino que la lejanía de su Sevilla natal es enorme en estas circunstancias.

-Me hace gracia cómo me ha llamado. Claro que lo es. Las medidas de contención de la propagación del virus aumentan la distancia kilométrica pero más aún la distancia emocional. Pese a todo, en esta tierra, puedo decir con inmenso orgullo y profundo agradecimiento a la oportunidad que me ha ofrecido Zaragoza Urbana, que estoy y me siento, como nos dicen nuestros clientes en los hoteles: “mejor que en casa”.

-¿Fue allí donde empezó a trabajar y a formarse? ¿Qué quería ser de mayor?

-Tuve la suerte de poder formarme en La Escuela de Hostelería de Sevilla que lidera Grupo Lezama con la Escuela de Negocios El Monte-Cajasol, donde mi vocación pudo encontrar aquello que realmente soñaba y pude realizar. A partir de ahí, trabajar duro en empresas y cadenas en España y en el extranjero; NH, Sol Meliá, Occidental, Mövenpick o Hilton donde siempre encontré oportunidades de crecimiento profesional.

-Ha trabajado en otros lugares... Y tuvo la oportunidad de enamorarse desde fuera de esta ciudad.

-¿Qué tiene Zaragoza? ¿Qué tiene que no vendamos suficientemente bien? En el año 2000 me surgió la oportunidad de llevar la gerencia del mejor hotel de Cádiz: Hotel Playa Victoria de Palafox Hoteles, un hotel irrepetible que mira al Océano Atlántico desde una ubicación privilegiada en la mejor playa urbana del Sur de Europa.

…Y ya en Cádiz soñaba con venir a Zaragoza con motivo de la apertura de los nuevos establecimientos de Palafox Hoteles con motivo de la celebración de la Exposición Internacional de 2008… y hasta hoy.

¿Que qué tiene? ¡Qué no tiene, querrá decir! Zaragoza tiene carácter, es tierra de gente noble, tiene rincones maravillosos, patrimonio, historia y cultura a raudales; producto con identidad…es una tierra dura de corazón blando. Ciudad de acogida, y de triste despedida.

Zaragoza es su gente, con esa forma de ser tan suya como especial. Esa fuerza y el ímpetu de los zaragozanos que inundan las calles en fiestas populares, su rigor en el trabajo y su afán de superación constante se perciben de forma constante. Quizá no conozcamos mejor momento que el presente para ponerlo en valor y hacerlo evidente.

-Y luego está toda la parte de la gastronomía, en el que esta comunidad ha crecido mucho. Ustedes han participado activamente en esa apuesta por la gastronomía aragonesa desde hace años.

-Siempre ha sido uno de nuestros pilares y hemos apostado por ello. Hemos participado en todos los certámenes gastronómicos que durante años se han desarrollado en la ciudad para aportar nuestro granito de arena y posicionar Zaragoza, desde el punto de vista gastronómico donde se merece.

Y no sólo eso, con el espíritu de innovación y mejora que nos caracteriza creamos nuestras propias jornadas Aragonia Culinaria y Celebris Epicurea en los que célebres cocineros de otros restaurantes de Aragón y de España ofrecieron sus creaciones en nuestros restaurantes, con un éxito notable.

También hemos ofrecido los mejores escenarios imaginables para poner en valor nuestra gastronomía como: la Plaza de las Palmeras en el Hiberus, el Salón Inés de Poitiers del Hotel Reina Petronila, El Salón Triunfo de Baco en el Hotel Alfonso y nuestras terrazas donde se descubre continuamente, la nueva Zaragoza, e incluso le hemos acompañado con Hiberus Gourmet en la celebración en las últimas ediciones de los Premios Aragoneses del Año.

-Otros años, usted y yo podríamos estar hablando de la nueva carta o de las ofertas especiales que hay para San Valentín. Que, por cierto, quizás existan. Quizás sea posible un movimiento para descubrir los hoteles de la propia ciudad.

-Estamos haciendo lo imposible por volver. Si algo nos está enseñando esta pandemia es a reinventarnos y a disfrutar y conocer lo que tenemos más cerca, que quizás muchas veces, por aquello de la proximidad no valorábamos. Nosotros, en el hotel Alfonso, por un lado hemos creado nuevos productos como #palafoxhotelestecuidahome en el que ofrecemos la posibilidad de largas estancias, semanas, quincenas o meses a un precio muy competitivo y sobre todo con la posibilidad de todos los servicios que el cliente demanda y en un entorno seguro certificado por AENOR con el sello Safe Tourism. Además hemos transformados algunas habitaciones en espacios de trabajo con #palafoxhotelestecuidaoffice donde tienes la posibilidad de alquiler por días así como el espacio del Café de Urraca como zona de coworking. Además somos conscientes de las ganas que todos tenemos de disfrutar y por ello recomendamos a todos los zaragozanos a que desconecten de su rutina con una estancia en una de nuestras sorprendentes 17 suites de Los Reinos. y no sólo en SanValetín sino cualquier día. Y en esta línea de relax y descanso proponemos #palafoxhotelestecuidaexperience, un incentivo personalizado dirigido a las empresas pero también un detalle perfecto para regalar.

Parte del ejercicio de resiliencia que nos vemos obligados a afrontar, reposa en la adaptación de nuestros hábitos a las nuevas circunstancias. Quizá no podamos realizar una escapada de fin de semana fuera de la ciudad, pero sí que existen alternativas locales, y debemos explotar al máximo esas posibilidades con máximo respeto a las medidas de higiene y seguridad preceptivas. Los pequeños detalles son vitales en este momento. Debemos adaptarnos al disfrute de lo cercano.

-Pida un deseo.

-Antes permítame esta reflexión. Sin duda estamos a las puertas del reinicio y de un gran cambio socioeconómico, pero la naturaleza humana no evoluciona tan rápidamente. Por suerte para todos, vamos a seguir queriendo volver a viajar, comer fuera de casa, pernoctar en buenos hoteles…que nos cuiden. Estamos en el barco adecuado. Solo hay que navegar la tormenta.

Deseo lo que todo el mundo desea. Hasta ese punto, mi pensamiento es ahora colectivo.

Cuídese Adriana. Muchas gracias.