Luis Prades es presidente de la Asociación K9, guía canino y policía local de Zuera. Con Jota, su compañera en el cuerpo, realiza terapias con personas mayores y pacientes en rehabilitación, como la que han iniciado en el San Juan de Dios.

—Acaban de poner en marcha una nueva terapia con los pacientes del hospital San Juan de Dios de Zaragoza.

-Empezamos en septiembre en la unidad de neurorrehabilitación y ahora hemos ampliado en convalecencia. El hospital ha apostado por estas terapias muy fuerte. Ahora esperamos poder ampliar a otros centros.

-¿Cómo preparan estas sesiones?

-Trabajamos bajo la supervisión de un médico y una terapeuta. Los pacientes están muy motivados. Aparte del trabajo en sí, estas terapias les sacan de su entorno. Marta, la terapeuta del San Juan de Dios, dice que el día anterior y el posterior están especialmente contentos. Y luego los perros con los que trabajo, sobre todo, Jota, que es la más veterana, están muy preparados. En los últimos años se ha avanzado mucho en terapia con perros y en su adiestramiento para detectar, por ejemplo, una bajada de glucosa en diabéticos o una crisis epiléptica. Hay muchos hospitales que están apostando por esto con grandes resultados.

-‘Jota’ es una estrella en el centro...

-¡Qué le voy a decir! Jota va a cumplir 9 años ahora y lleva conmigo desde que era cachorrita. Juntos creamos la Unidad Canina de Zuera, la Asociación K9, las terapias... Además de ser mi mejor amiga, es mi compañera y es increíble. Gracias a ella los guías caninos de Aragón estamos siendo escuchados.

-Ella, como usted, pertenece a la Unidad Canina de Zuera.

-Sí, en mi trabajo el perro es una herramienta más, igual que un etilómetro o un drogotest. Lo ventajoso de nuestra unidad al Ayuntamiento de Zuera le cuesta solo 400 euros al año, siendo que enviar una prueba de drogas al laboratorio ya son 70 euros. Y, con Jota, hacemos cosas como controlar el tráfico de estupefacientes o hacer terapia y visitas en la residencia de ancianos o los pisos tutelados para mayores de la localidad. La gente lo agradece mucho.

-Crearon la Asociación K9, de la que ha hablado antes, para difundir esa labor.

-La asociación está formada por miembros de Cuerpos de Seguridad del Estado y policías locales de toda la comunidad. En Aragón no tenemos ni recursos ni ayudas. Nosotros compramos y preparamos a nuestros perros para el trabajo. Nuestro objetivo es autofinanciarnos a través de actividades para tener recursos y tratar de crear unidades caninas en distintos puntos de Aragón.

-Habla de falta de recursos... Su sueño desde el verano en conseguir un vehículo para llevar a los perros de terapia.

-Cuando vamos a hospitales o residencias nos tenemos que ir con nuestros propios vehículos. Hemos intentado pedir ayudas a través de los bancos, pero no ha habido manera. Nos valdría con un coche o furgoneta de segunda. Da igual los kilómetros… Como si quieren llenar el vehículo de publicidad.

-‘Jota’... ¿Qué dice?

-A Jota le encanta esto que hacemos. Y también a Fabla, a quien estoy entrenando. Para mí es una forma de agradecerle su servicio como policía. La terapia es una buena jubilación con la que podrá seguir trabajando cuando sea mayor.