Carlota López Val tiene 17 años y es la ideóloga del recién inaugurado servicio 010 para sordos del Ayuntamiento de Zaragoza. Es hija de padres sordos y en la actualidad estudia grado medio de Auxiliar de Enfermería.

—En un lenguaje inclusivo, ¿es correcto hablar de sordos o debemos hablar de discapacitados auditivos?

—De sordos. Ellos se sienten más identificados como personas sordas.

—¿Cómo es nacer y crecer con los dos padres sordos?

—Bueno, te acostumbras. Yo aprendí antes el lenguaje de signos que a hablar. A mi hermano y a mí nos dicen que somos muy maduros. Pero ya con siete u ocho años éramos nosotros los que teníamos que llamar si surgía cualquier problema en casa. Porque desde pequeña dependen de ti, quieras o no.

-Es la autora del 010 del Ayuntamiento de Zaragoza adaptado para personas sordas. Cómo se le ocurrió.

-El consejo de la juventud vino en el año 2015 a mi instituto, el Miguel Catalán, para promover una idea de mejora en Zaragoza con el concurso Juntos cambiamos Zaragoza. Yo cursaba entonces 3º de la ESO. El año anterior había ganado un grupo con un proyecto para instalar rampas en autobuses. Y a mí se me ocurrió poner intérpretes para sordos en los hospitales. Porque hay cero. Tampoco los hay en los centros de salud. Cuando van los sordos a la recepción del Salud no les entienden. A mis padres y a las personas sordas les gustó mucho la idea. Mi grupo ganó el concurso, pero en los hospitales no lo hemos podido conseguir aún.

—Vaya…

—Nos reunimos con el concejal Alberto Cubero y nos ayudó. Porque la idea era poner intérpretes en el mayor número posible de servicios públicos.

—¿En qué consiste el 010 para sordos?

—Cuando entras en la web del 010 aparece un icono de videollamada para personas sordas. Cuando llaman, se comunican mediante la webcam solo con el intérprete y este es el que habla con el ayuntamiento. Ese intérprete tiene un horario. También hay un segundo sistema a través de chat, donde el sordo escribe directamente al ayuntamiento.

—Qué necesidades tienen los sordos hoy en día.

—Intérpretes. Ellos sienten que no tienen accesibilidad a muchos servicios. Sobre todo en lo referente a la salud y a los servicios municipales. Con la llamada al 010 se ha dado un paso muy importante, pero todavía tienen que luchar mucho para conseguir intérpretes en servicios básicos.

—¿Se sienten discriminados?

—Totalmente. Las personas sordas son muy mal pensadas por eso. Se sienten muy inferiores porque creen que no tienen las mismas facilidades que los demás. Y la solución va ligada a los intérpretes, sobre todo en salud y servicios sociales. Por ejemplo, si a un anciano sordo lo llevan a una residencia… acaba hundiéndose porque no se comunica. Es muy duro.

—¿Intentan también ellos integrarse en la sociedad?

—Depende. A mi madre no le importa relacionarse con personas oyentes, pero a mi padre sí le cuesta. Pero es duro. Pensemos en reuniones familiares o de trabajo sin intérpretes...