Es varios seres en uno. Músico, ‘showman’, maestro de ceremonias... Es Lázarus y ‘cretino’, con sus ‘cretiners’. El día 20 estará al frente de la gala solidaria de Fundación Sesé, que reúne a Fran Perea, Pedro Guerra, Carmen París y muchos más en la Multiusos.

-De todos sus personajes, hoy, ¿con quién hablo?

--Es la pregunta más jodida. Me miro al espejo y no sé quien soy. Supongo que la respuesta es: ¡con todos a la vez!

-Pues páseme primero con el Luis Cebrián maestro de ceremonias. Porque está al frente de la gala de Sesé el próximo día 20, en la sala Multiusos de Zaragoza.

-Yo creo que todo lo que están haciendo es magnífico. Esta es la tercera edición de la gala, que recaudará dinero por el Síndrome de Down y otras discapacidades. Es una causa muy especial, que se concreta con un proyecto. Como el año pasado se hizo el cine para el hospital Infantil. Yo suelo colaborar con algunas asociaciones y, al final, das, pero recibes aún más.

-La gala tienen un montón de artistas y a a Esther Arroyo en el escenario.

--Me hace mucha ilusión porque es una imagen que tengo de cuando era más crío. La suya era de esas sonrisas que están en mi imaginario. Y luego tenemos en escena artistas como Pedro Guerra, Fran Perea, Carmen París, Ángel Cortés, Merche, Nacho del Río, Miguel Ángel Tapia, Adrián Martín... Además de entretener, yo quiero que en esa gala haya momentos donde se interactúe con los protagonistas. Ese día tocará poner el corazoncito y volver a ser niño. Es algo que a veces se nos olvida. Y es algo que me recuerdo muchas veces a mí mismo.

-Este es su próximo proyecto. Pero suma muchos. Para empezar usted es el único entrevistado de esta contra al que le puedo llamar cretino sin que se me ofenda.

-A la gente le gusta decirlo. Es como que se te llena la boca (risas). Cretino es mi alter ego, que me sirve para decir cosas que no puedes decir ni en twitter. Es una manera de soltar lastre, bañada en humor; un show cómico y de improvisación. Cuando Cretino está con la banda, es otro rollo. Tenemos mucha complicidad. Y eso se nota. Me refiero a Suso Lasso, Daniel Becerrril, Raúl Baquedano… Que a su vez forman con Miguel Santos Hombres medicina. Digamos que yo usurpo parte de la banda (risas).

--¿Cómo nació Cretino?

--Supongo que dentro de mí, conviven el poeta y el clow. El poeta salió en mis grupos anteriores y actuales como Lázarus. Pero un día salió el clow. Surgió como las cosas importantes de la vida; sin que tú lo quieras. Como dijo John Lennon, «La vida es lo que está ocurriendo mientras estás ocupado haciendo otros planes».

--Cuando es Cretino, sobre el escenario no sale usted sino mucho otros. Le he visto haciendo de Bunbury, como si a su vez estuviera imitando a Chiquito.

-En la imitación hay gente espectacular. Uno tiene que encontrar su sitio. Así que yo acabé haciendo a gente imitando a otra gente. Bunbury ha sido un referente musical para mí. Otros, como Raphael, lo son por mi padre y mi hermano mayor, a quien también le va lo de imitar a otros. De hecho, estuvo en Lluvia de estrellas.

-¿Así que lo de la música es de familia?

-Somos cinco hermanos, todo varones, y sí, la música siempre ha estado presente. Yo con mi hermano actúo de vez en cuando. Y ahora tenemos el orgullo de la casa que es mi sobrina, Laura Cebrián, Elem, que acaba de presentar disco, Lapso, y es mi orgullo. Tengo con ella una conexión muy especial.

--Pero antes llevaba mucha música en el cuerpo. Ha pasado mucho entre su actual proyecto, Lázarus, y su primer grupo fue Nubosidad Variable.

--Daniel Cebollada, Juan Luis Saldaña... Seguimos siendo amigos y hermanos. Con Nubosidad puede que el año que viene haya algo. Hay señales en muchas partes.

--También es maestro de ceremonias. Hace bolos y hasta ‘oficia’ bodas.

-De hecho, es una de las cosas de las que estoy más orgulloso, porque cuando empecé casi no se hacía. Intento hacer cada boda a la medida.

--¿Qué es lo más raro que ha hecho?

--No sé si es lo más raro, pero durante seis años me gané la vida como árbitro de Segunda División, de 2003 al 2009, con Clos Gómez con Mensuro... Hasta que me lesioné. Fue una experiencia. Y, al fin y al cabo, era otro escenario, con su liturgia. Por algo se le llama «actuación arbitral».

--Y hasta se va por las empresas dando sorpresas como ‘Capitán cafeína’.

-Esto es algo que hago con Eboca Vending, una empresa de Huesca. Me contratan para ir quince minutos a las empresas y hacer un minishow. Mi superpoder es quitar la mala leche. A través de la música, el humor y el amor se puede cambiar el mundo.

-Pida un deseo para el día 20.

-Que se llene la Multiusos. Lo de disfrutar y pasarlo bien está asegurado.