Es un fenómeno de ventas con historias que trabajan los valores en familia. La escritora, residente en Zaragoza, acaba de presentar su último libro ‘Vamos a llevarnos bien’ (Penguin Random House), sobre el ‘bullying’.

—¿Por qué este libro?

—El tema del acoso escolar me preocupaba desde hacía tiempo. Desde mi primer embarazo sabía que en algún momento mis hijos se encontrarían con él directa o indirectamente. Y ahora he querido, con este libro, dar una serie de herramientas, conceptos y valores para saber qué hacer desde un enfoque positivo. Con esto no quiero restar importancia al problema ni hacerlo menos grave. De lo que hablo es de fomentar el compañerismo de verdad, porque si este existe será más difícil el bullying.

—Un tema difícil, complicado y también doloroso.

—Sí. De hecho, aunque el libro solo tenga semanas, se han puesto en contacto conmigo familias y madres de niños chiquititos que ya aguantan situaciones de acoso. Y piensas: parece mentira que todavía se produzcan. Hemos evolucionado a nivel tecnológico y en otros muchos niveles, pero no en otros. Y respecto a este caso, hay que empezar a ponerle nombre y a erradicarlo entre todos. Esperemos que dentro de 10 o 20 años sea tan solo algo residual.

—¿El libro está más dirigido a padres o a niños?

—Es para padres, para niños y para docentes, en la línea de mis libros anteriores, que promueven que el niño lo lea con un adulto. Vamos a llevarnos bien cuenta tres historias sobre tres situaciones concretas que invitan al menor a entender mejor el tema y a que hable en casa sobre lo que ve en el colegio, en clase o con sus amigos. Porque, a veces, parece como que se esconden estas situaciones. Al protagonista de la primera historia, por ejemplo, le da vergüenza contar lo que le está ocurriendo.

—¿Para qué edades está recomendado?

—Lo recomiendo para Primaria, de seis a diez años, pero también es lectura para adolescentes, porque se incluyen pautas de respeto y empatía que les pueden servir.

—¿Qué le parece la frase ‘son cosas de niños’?

—Tiene mucho peligro. A veces lo son, pero hay conductas que no y otras que quizás ahora no sean propiamente bullying pero que pueden evolucionar y serlo.

—Háblenos de sus otros libros.

— La colección lleva más de 60.000 ejemplares vendidos. De mayor quiero ser… feliz, primera y segunda parte, son dos volúmenes de cuentos para fomentar la autoestima y la positividad. Y Hoy voy a tener un buen día es un libro que contiene frases positivas. En todos ellos está presente la importancia de que los niños se defiendan y el que no tienen por qué aguantar el acoso, pero de una forma más liviana.

—Con este último sí que ha buscado directamente disuadir el ‘bullying’, ¿no?

—Sí. Es importante que hablemos con los niños de este tema proactivamente para que, aunque no lo hayan presenciado o sufrido, estén mejor preparados cuando se enfrenten a ello. Es importante que sepan que tienen un papel que desempeñar porque son los primeros en detectar el problema.