Daniel Vera (Nw Goia) es un artista multidisciplinar procedente de Monzón. De sus orígenes como grafitero se quedó con el ladrillo para convertirlo en el centro de su obra y hablar de arte urbano, geometría e incluso de la pérdida humana.

-Durante su formación se dedicaba al grafiti ¿Qué le atrajo del ladrillo para que sustituyese a la pared?

-Justo coincidió con el fallecimiento de mi abuelo, que me marcó mucho. Pensé en hacer una obra relacionada con él. Había sido albañil, entonces llegué a la idea del ladrillo, comprendí que compartíamos más de lo que yo creía. Él se había dedicado a construir muros y yo a pintarlos.

-¿Ha cambiado su enfoque del ladrillo desde que lo tomara como elemento central hasta ahora?

- Empezó como algo autobiográfico y ahora es más social e individualista. El muro es la sociedad, el ladrillo es la persona. Extraigo un ladrillo, lo trato, lo pinto, y lo devuelvo a su sitio. Produzco un cambio al modificar el ladrillo del muro, una tensión visual, y acabas por no saber quién cambia a quién, si el muro al ladrillo o si el ladrillo al muro.

-El entorno urbano y el tiempo como factor de cambio están presentes en su obra ¿cómo usa a favor el tiempo?

-Con los grafitis llegaba el dueño de la pared o quien fuese y lo derrumbaba. Escapas al control de tu propia obra. El arte urbano ha roto las paredes, las galerías, todos esos espacios y se ha convertido en algo democrático, pero es responsabilidad de todos mantenerlo. Quise jugar con eso a mi favor. Este arte debe tener en cuenta el tiempo, en los soportes ocurren cosas.

-En su obra pictórica destaca la abstracción del medio urbano ¿de dónde viene esta inspiración?

-El público general suele sentir rechazo por lo abstracto. Por eso busco mostrar una abstracción que surge de la realidad, no de una idea abstracta. Realmente es un paisaje en pequeño formato, sigue manteniendo relación con el arte urbano y con la calle, es cuestión de tener el ojo de verlo.

-¿Dónde puede apreciarse mejor su uso del ladrillo fuera de las intervenciones urbanas?

-En Homes, era una obra que expuse en el concurso Imagina San Javier. Era una pieza sonora que consistía en seis ladrillos pintados de blanco, de los que salían auriculares en los que se podían apreciar los diferentes sonidos que conforman el paisaje sonoro de la localidad San Javier, con sonido ambiente, entrevistas a vecinos…

-Otra disciplina que maneja es la música ¿cómo cambia el discurso artístico?

-Depende de la instrumental o del sonido al que quiera amoldarme, si es un tema más popular o autobiográfico. Pensé que a través de la música yo podía comunicar los mismos conceptos o publicitar mis obras o hablar de las situaciones que quisiera, y que a raíz de tratar mis obras en las canciones la gente las entendería mejor, y viceversa.

-¿Hacia dónde enfoca actualmente su carrera? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

-Pretendo tener más visibilidad en el panorama artístico y participar más en exposiciones colectivas y festivales de arte urbano. Me apetece trabajar proyectos más interactivos o espaciales para poder hacer más trabajo de campo, después de estos meses tan raros. Voy a participar en algunos proyectos audiovisuales, como entrevistado y en otros como parte del equipo. Puede que también haya alguna sorpresa en este último cuatrimestre.