Domingo Castillo es el fundador, junto a Araceli Gil, de la compañía Teatro de Medianoche, y ambos son también los creadores del personaje Oleico de Belchite, un títere que protagoniza la exposición de fotografías 'Confinado por el bicho', realizadas por el propio Castillo y por su hija, Ángela Castillo, que pueden verse en el Centro Joaquín Roncal desde este lunes, 11 de enero, y hasta el 6 de febrero.

Lo primero ¿quién es Oleico?

Nosotros somos Teatro de Medianoche, un grupo de teatro de títeres, de sombras y teatro negro. Llevamos dos años y medio viviendo en Belchite y desde que llegamos allí teníamos la idea de crear un personaje que fuera representativo de la zona. Un día enredando en el taller encontramos una aceitera vieja que teníamos y pensamos que eso podría ser. Y creamos un personaje con esa aceitera, dándole la vuelta y le pusimos de nombre Oleico.

Y ha tenido una gran aceptación porque es embajador de Belchite.

Lo presentamos en el colegio de Belchite a ver qué reacción tenían los niños y como fue buena, propusimos al ayuntamiento hacer un cabezudo para la comparsa y el ayuntamiento nos pidió a su vez hacer unos títeres de guante para las asociaciones para que sirviera como guía de las actividades que hacían. Eso ya fue creciendo y ahora Oleico tiene cuenta de Instagram, de Facebook y es un embajador cultural y turismo de Belchite. .

¿Por qué una exposición de fotografías y no una obra de teatro?

Teníamos claro que no queríamos hacer espectáculos online porque no concebíamos hacer un espectáculo de teatro sin público. Un día surgió la idea de hacer una foto, a Oleico con un martillo intentando machacar al coronavirus y nos pareció graciosa. Y pensamos, casi como terapia, en hacer cada día una foto del personaje, creando una historia, buscando los elementos escenográficos; y las poníamos en su Facebook para que la gente viera que el personaje también está llevando su vida en el confinamiento. Cuando llegó el verano nos dimos cuenta de que había unas 60 fotografías del personaje, en situaciones por las que habíamos pasado casi todos durante el confinamiento. La ventaja es que al ser un títere y una metáfora del ser humano al ver las fotos te permitían un cierto distanciamiento de esas situaciones y como están hechas en plan irónico y algunas veces incluso con humor, permite distanciarse de las situaciones que para algunos, la mayoría, han sido tremendas. Era un poco de terapia a través del personaje.

Hay 50 fotos. ¿Cómo pasó Oleico el confinamiento?

Igual que nosotros. Las fotos muestran las cosas que no se han podido celebrar, el no poder ver a los amigos, la importancia que han tenido la música, los libros, el cine en este tiempo para que la gente llenara ese vacío. Todo eso está reflejado en la exposición. Así, los tres, Araceli, Ángela y yo teníamos un reto para superar ese día.

Imagino que le pasaría como a todos, que al principio hacíamos muchas cosas, pero luego...

Hemos puesto las fotos en orden cronológico porque eso pasa. Al principio cocina, hace las tareas caseras, lo habitual que hemos hecho todo pero poco a poco ves que todo eso le va pesando.

Y ahora, ¿cómo está Oleico y cómo está Teatro de Medianoche?

Oleico está bien porque lo cuidamos entre todos y el Ayuntamiento de Belchite nos patrocina la exposición. Y la compañía, pasándolas regular porque se cayeron funciones, proyectos... Se van haciendo cosas pero muy, muy despacio. Y no puedes plantearte proyectos concretos porque no sabes qué, como o cuando lo vas a poder hacer. Incertidumbre total.