Eduardo Lostal es el director de Alodeyá, una compañía de circo cuyo espectáculo, Son recuerdos, ha sido seleccionado dentro del Circuito de la Red de Teatros Alternativos 2020, que le llevará hasta marzo del próximo año a Córdoba, Sevilla, Valencia, etc. Y además, continúan de gira con otros espectáculos.

-¿Cómo lleváis la situación actual?

-Bueno... Nosotros somos una cooperativa en la que estamos varias compañías y en general no hemos tenido un mal año, aunque suene un poco raro. En febrero era la perspectiva muy buena, de hecho ahora mismo deberíamos de estar de gira en México, pero se cayó todo, pero aún así se ha ido rehaciendo de una forma razonable. La realidad es que desde agosto a octubre no paramos de trabajar, en noviembre si que hubo paroncitos porque se cayó un ciclo que teníamos y en diciembre el fin de semana que viene pero el resto hemos tenido trabajo. La perspectiva como empresa no ha sido muy mala respecto a lo que cabía esperar con todo lo que ha caído.

-¿Y como compañía?

-Como Alodeyá sí que ha sufrido más porque ha habido bastante menos trabajo que otros años, aunque los que hemos tenido han sido grandes y ahora empiezan algunos bolitos. Acabamos de empezar en Córdoba el circuito de la Red de Teatros Alternativos, al cual no es muy fácil entrar pero tuvimos la suerte de que fuimos bastante valorados y estamos primeros en la categoría de danza para público infantil.

-Decir que no ha sido un mal año dentro de lo que cabe no lo pueden decir muchos.

-Cuando mi pareja viene conmigo de gira y escucha y me dice: "Igual estás siendo demasiado optimista", pero intento ver la parte positiva. También tenemos una pequeña productora de artes escénicas especializada en circo y es verdad que hay varias cosas que se han caído, pero a nivel de espectáculos los meses que se ha podido trabajar sí que hemos trabajado; igual en una temporada normal en verano hubiéramos hecho el triple de espectáculos pero como conozco la situación de muchos compañeros que han tenido que buscarse otro trabajo porque no tenían fechas. Nosotros sí que hemos podido trabajar y hemos salvado el año; esa es la palabra, salvado el año.

-Ahora llega la la Red de Teatros Alternativos, ¿qué supone entrar en el circuito?

-Pues supone entrar en un circuito a nivel estatal que tiene bastante visibilidad, de propuestas contemporáneas, que quizá no son las propuestas más fáciles de programar en otros contextos; supone trabajo, supone gira, supone darle vida a la compañía, un poquito de continuidad al trabajo y respaldo al trabajo que llevamos haciendo desde hace tiempo.

-Hábleme de 'Son recuerdos'.

-Es una obra que habla de amor, de una relación desde que comienza hasta que termina y lo que queda después, de ahí el título. Es un espectáculo que trabaja en la intersección del circo, la danza, la música en directo y la poesía y creo que es una clave en lo que resulta en el lenguaje de la compañía. La compañía la creamos una música y yo, que soy artista de circo y siempre buscamos perfiles que trabajen con el movimiento y la danza. Y creemos que una parte fundamental del trabajo en la compañía y una de las cosas en las que ponemos el foco es en la hibridación de estos lenguajes; circo, música en directo (con Sofía, la compositora) y danza y en este caso la poesía. Es un espectáculo muy bonito, que trabaja mucho sobre emociones y con la que mucha gente se puede sentir muy identificada. Y a la vez, para el público infantil es otra forma de acercarlos a un lenguaje que no suelen estar tan conectados. Es un espectáculo hecho con mucho mimo, mucho cariño, muy bien dirigido por Amparo Nogués, con el que todo el mundo puede disfrutar y que puede remover cosas.

-Desde ese optimismo, llega la Navidad, programaciones, quizá más aforo, ¿cómo ve el futuro?

-Te puedo contar lo que a mí me gustaría, pero la realidad es que hay mucha incertidumbre. Un aforo del 25% para las salas privadas es inviable porque no es sostenible; y en los espacios públicos, bueno, es más sostenible pero a la larga tampoco. Y me genera es un poco de pena, de incomprensión que en un teatro solo pueda haber un 25% de aforo; no lo termino de comprender porque se han tomado todas las medidas posibles, y con distancia y respetando todas de las medidas de seguridad se podía tener el doble de aforo como mínimo. Soy muy bien pensado y quiero pensar que sin ser conscientes se está castigando al mundo de la cultura pese a que hemos sido una de las profesiones más responsables. Entonces el aforo para mí es una medida exagerada que no tiene mucho sentido pero es una opinión personal. Veo sobre todo incertidumbre y que no está en nuestra mano, desde las compañías no hay mucho más que podamos hacer, dependemos de instituciones, de normativas que nos vienen impuestas, entonces, desde esa perspectiva de compañía, lo que viene es mucha incertidumbre, porque te cancelan bolos con poquito tiempo y no podemos hacer nada.