El presidente de la Red Renta Básica y profesor de la Universidad de Barcelona imparte el lunes en la Biblioteca de Aragón (18 horas) la conferencia ‘Renta básica universal’, organizada por el colectivo Pensamiento cr&iacu.

—Por centrarnos, ¿qué es la renta básica universal?

—Hay mucha maneras de definirla pero la más rápida de explicar es que es un ingreso pagado por el Estado a todas las personas que forman parte de la sociedad, independientemente de su riqueza, una asignación monetaria pública incondicional.

—Es precisamente el hecho de que sea condicional la que la diferencia de otros subsidios que hoy existen, ¿no?

—Exactamente, la renta básica universal es una asignación que recibiría todo el mundo. Los ricos también, que es lo que me suelen preguntar, pero hay que tener en cuenta que no a todo el mundo le saldría a ganar, es decir, los ricos a pesar de recibir esta renta pagarían mucho más.

—¿Esto cómo se conseguiría? Quiero decir, ¿es factible económicamente?

—Desde mi punto de vista, que es desde la izquierda, con una reforma del sistema impositivo que permitiera redistribuir mejor la riqueza. Yo he realizado un estudio junto a otros dos expertos en el que mostrábamos que era posible subiendo el tipo impositivo. También hay que tener en cuenta que la implantación de una renta incondicional permitiría ahorrar todo el gasto de burocracia con los subsidios actuales.

—¿Cuánto sería la asignación de esta renta básica universal?

—Cuando se habla de esta renta se suele fijar el umbral de la pobreza como el límite por debajo. En España, estaríamos hablando de entre 750 y 800 euros al mes.

—Otra de las críticas que más reciben los partidarios de su implantación es que, con ella, la gente no querría trabajar.

—¿De dónde se sacan eso? No hay nada que avale esa información. En primer lugar, porque cuando dicen eso solo hablan de trabajo remunerado, ¿y el que se hace en casa o como voluntario no es también trabajo? Siempre dicen que hay que considerarlo así pero aquí se olvidan de eso. Pero, además, en todas las pruebas que se han hecho con una renta básica universal, lo que se ha notado es que, por un lado, la gente busca un trabajo que realmente le realiza y, por otro, que te da la posibilidad de rechazar trabajos indignos que, además, no te sacan de la pobreza. Es decir, ahora te ves obligado a aceptar, por ejemplo, un trabajo por 100 euros al mes pero no te soluciona nada.

—La libertad de elegir.

—Para un republicano democrático como yo esa es otra de las ventajas porque como dice la tradición de esta corriente uno no puede ser libre si no puede garantizarse una existencia social autónoma.

—¿Qué partidos políticos apoyan esta medida actualmente?

—En Europa, los verdes están a favor y aquí en España, Equo y Anova. A nivel particular, sé que hay gente en el PSOE, en IU y en Podemos que apoyan la medida pero, de momento, ningún partido político de estos lo lleva en su programa. Lo que sí te aseguro es que de cinco años a esta parte el debate sobre la renta básica universal ya es imparable.