El zaragozano ha editado su primer disco, 'QL2 is faster than you' (Iberian Juke). Se trata de un trabajo de footwork, un género de música electrónica que proviene de Chicago, y que ha compuesto de manera autodidacta.

—Para ser sincero, antes de conocerle a usted no sabía lo que era el footwork...

—Es un género que empieza a meterse dentro de Europa hace seis o siete años a través de Inglaterra con un sello que está dedicado a la electrónica más experimental. Es un sonido que viene del otro lado del charco, de Chicago, y lo exportan aquí sobre todo sellos ingleses.

—¿Y cómo empieza a componer?

—Descubro el footwork, me apasiona y empiezo a investigar, a leer a la gente que está haciendo eso. Hay muy poquita información y para conocer tienes que ir tirando de cosas más underground, empiezo yo a probar a ver qué tal y hasta ahora que hago seis tracks que considero que están unidos bajo un mismo nexo, con un sonido similar y que creo que tienen la suficiente profesionalidad para sacarlo.

—Y esta misma semana ha visto la luz este primer trabajo.

—Nunca he editado con nadie, era la primera vez que le escribía a alguien, sí que había sacado cinco o seis meses antes un trabajo por SoundcCoud pero todo quedaba en casa. Les escribo, se lo escuchan, les gusta mucho y adelante con todo.

—Y no han tenido que ni que masterizarlo...

—¡Me dijeron que la mezcla estaba perfecta y estaba hecha con ordenador y cascos! No hay más. Fue todo un halago.

—Y es que es autodidacta.

—Yo no tengo ningún estudio de músico académico, la música que se da en Primaria y poco más. Empecé a hacerme con un equipo propio hace tres años y es cuando empiezo a meterme en la música. Aunque este disco no lleva nada de hardware, está todo producido desde logic, desde el ordenador con un montón de sampleos que puedo coger de discos o resamplearme a mí mismo de otras composiciones. El equipo lo oriento a otros sonidos.

—¿Qué es lo que más le gusta del footwork?

—Tiene algo que no he oído nunca y que no he oído en ningún otro género. Sí que tiene similitudes con el jungle o incluso el drum & bass que es música acelerada pero no tiene ese componente tan arrítmico y tan salvaje porque el footwork son todo ritmos supercambiantes, con muchos cambios estructurales. Es muy complejo a nivel rítmico, está continuamente cambiando y aun así suena muy compacto. Me chocó muchísimo.

—¿En Zaragoza se conoce este estilo?

—Poco o nada. En España, hasta donde yo sé, son los dueños del sello de este disco, Iberian Juke, los que empezaron hace cuatro años a tontear con esto y es el único sello que edita footwork y sonidos similares. Ellos son los que están extendiendo el germen.

—¿Tiene previstas actuaciones?

—De momento no. Estamos pendientes. Desde el sello me dijeron que me iban a incluir en los shows y eso estaría muy bien porque giran fuera de España ya que aquí no se consume. Pinchan en Inglaterra dentro de mes y medio, luego en Francia hay un sello muy importante, se oye también en Alemania, Rusia… A España ya llegará, espero.