Ha sido elegido miembro de la Academia Joven de España de jóvenes científicos. Este investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (CSIC) dirige un grupo de biofuncionalización de nanopartículas en Zaragoza.

—¿Cuál es la razón de ser de la Academia Joven de España?

—Surge de la Academia Joven Global, que cada año selecciona a una serie de investigadores jóvenes de todo el mundo, y que hace años se planteó la posibilidad de que cada país tuviera su propia academia. En España vimos que era importante para ayudar a los jóvenes en su carrera de investigación y en el 2014 iniciamos la aventura para constituirla. Ha sido el ministro Pedro Duque el que ha apostado por ello.

—¿Quiénes la conforman?

—Somos siete académicos procedentes de la Academia Global. Nuestra idea es generar convocatorias anuales para aumentar el número hasta 50. El cargo no es vitalicio y se renovará cada año. La primera selección saldrá para otoño.

—¿Cuál es el perfil del académico?

—Primero, excelencia. Investigadores de cierto renombre y prestigio internacional. No tienen por qué ser de ciencias experimentales, pueden ser de humanidades. Y con ganas de trabajar para cumplir con los objetivos marcados.

—¿Cuáles son?

—Tan sencillos como visibilizar el conocimiento de los jóvenes del país. O que las instituciones sean sensibles a las necesidades de los jóvenes investigadores y les doten de medios y de unas condiciones mínimas de trabajo, con un espacio propio y equipamientos.

—Cuando habla de joven investigador, ¿a qué edad se refiere?

—Hablo de joven no respecto a su edad, sino a su vida profesional. Cuando un investigador acaba su carrera inicia la tesis doctoral y luego el posdoctoral. Después genera su grupo de investigación y poco a poco se va emancipando de sus supervisores y directores de tesis. Por eso, joven es desde que acaba la tesis hasta que se establece en un grupo reconocido e independiente, y eso viene a ser en torno a unos 12 o 13 años después de la tesis, y coincide con los 40 años.

—Otro objetivo de la Academia Joven es promocionar a la mujer, pero solo hay una académica fundadora.

—Para ser nombrados, tenemos que presentarnos. Y hay muy pocas mujeres que se postulan en España, de hecho solo una lo ha hecho. En la carrera investigadora, el paréntesis de la maternidad lastra a la mujer. Nuestra idea es dar voz a las mujeres y a las personas con discapacidad.

—¿Con qué financiación cuentan?

—De momento cero. Pero tenemos la promesa de que algo se hará una vez se aprueben los nuevos presupuestos. También buscamos fundaciones que nos apoyen. Estamos en ello.

—¿Por qué es tan reconocido el investigador español en el extranjero?

—Somos muy queridos porque somos ingeniosos, y es que a veces la escasez ayuda a agudizar el ingenio. Somos muy trabajadores y creativos. En el extranjero les gusta tener a españoles porque tenemos muy buena formación. Pero el sistema debería ser suficientemente óptimo para captar a los que se han ido, porque han marchado a los mejores laboratorios del mundo.