La periodista ejeana es una de las reporteras del programa colombiano de periodismo de investigación, 'Séptimo Día', que se emite en Caracol Televisión los domingos por la noche y que es líder de audiencia.

—¿Cómo acaba una aragonesa en Colombia?

—Di el salto en el 2012, un año en el que el panorama periodístico era tan pesimista y en una profesión donde tener un perfil diferenciador es clave, la oportunidad de trabajar durante seis meses en una emisora de otro país y en otro continente fue algo que no podía desperdiciar. A pesar de la incertidumbre, de las condiciones laborales, del préstamo que tuvieron que hacerme mis padres (visado, billetes de avión y, básicamente, supervivencia), prefería hacer, en ese momento, esa inversión que quedarme estudiando un máster.

—¿En qué consiste su trabajo?

— Es un trabajo de periodismo de investigación en Caracol Televisión. Séptimo Día está compuesto por cinco equipos con un productor y un reportero en cada uno. Cada cinco semanas cada equipo sale al aire en un programa los domingos en prime time. Nuestro objetivo es, en muchas ocasiones, hacer investigaciones sobre denuncias, estafas, engaños, también ponemos en duda el sistema judicial, la corrupción o el manejo de políticas públicas en el país. Colombia es un país con muchas desigualdades y, ante un sistema judicial precario y lento, este periodismo consigue, en ocasiones, ayudar a personas perjudicadas.

—¿Cuál es la investigación de la que se siente más orgullosa?

—He tenido la oportunidad de hacer varios trabajos periodísticos sobre salud, los cuales han sido polémicos y complicados. Me quedo con dos que me trajeron muchos enemigos: una sobre el exceso de cesáreas innecesarias que se practican en Colombia; hay un interés en realizar cesáreas en lugar de partos naturales por razones económicas y de tiempo. El otro tema de salud estuvo relacionado con medicamentos; el Ministerio de Salud estaba poniendo problemas para que los pacientes colombianos accedieran a fármacos que podrían mejorar su calidad de vida.

—¿Cuál es la principal diferencia entre el periodismo colombiano y el español?

—Los países son muy diferentes. Aquí la pobreza, la injusticia y la violencia son noticias diarias. Aunque, a veces, algunos medios tienden a priorizar las noticias políticas, dejando atrás los problemas sociales, existe cierto elitismo entre los periodistas. La violencia de género, el abuso y el acoso sexual son problemas muy comunes en Colombia y todavía están en un segundo o tercer plano.

—¿Colombia es tan peligrosa como a veces la vemos desde España?

—Colombia es un país corrupto y violento, no solamente por sus guerrillas, sino porque la misma pobreza y la desigualdad social conduce a que la sociedad tienda a ser agresiva. En el programa El rastro, que también hace el equipo de Séptimo Día, contamos crímenes que en España serían inusuales.

—¿Allí también tienen tanto éxito los programas de corazón?

—No tanto. Hay algunos programas sobre prensa rosa, pero no tienen el mismo impacto. La violencia en atracos, asesinatos, agresiones… atrapa el morbo de los televidentes y el cotilleo de los famosos queda en un segundo plano.