Navarra de origen aragonés, investiga enfermedades neurodegenerativas en EEUU. Con 31 años suma a su currículum 2 premios: el NIA Women in Science Excellence in Research Award y el Nathan W.Shock Postdoctoral Mentorship.

—¿Por qué le han concedido este premio y qué ha supuesto para usted?

—Es un premio anual que concede el Comité de Mujeres Científicas del Instituto Nacional de Envejecimiento de EEUU por méritos acumulados a lo largo de mi etapa como investigadora. Para mí es una satisfacción personal y para mi equipo, un reconocimiento al trabajo.

—¿Cómo percibe la brecha de género?

— En ciencia siempre ha habido Maries Curies cuyo trabajo ha sido fundamental para el avance científico y, sin embargo, nunca ha sido reconocido. En EEUU, como en España, se está realizando un gran esfuerzo para que la situación cambie, pero queda mucho por hacer.

—¿En qué está trabajando?

—Soy investigadora postdoctoral en el Laboratorio de Neurogenética de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH) y me dedico al estudio de enfermedades neurodegenerativas. Estudio sus bases genéticas y la conexión del genoma humano con enfermedades como el párkinson, alzhéimer y esclerosis lateral amiotrófica. Trato de estudiar cómo es el ADN de estos pacientes para desenmarañar las bases moleculares que conducen a la neurodegeneración e identificar dianas terapéuticas para el desarrollo de tratamientos que frenen el proceso. Los fármacos actuales solo tratan los síntomas. Y también trato de identificar factores de riesgo genéticos que permitan detectar a aquellos individuos que tienen alto riesgo de desarrollar la enfermedad antes de que ocurra.

—Ha liderado el primer estudio genético del párkinson a gran escala en España.

—En esta ocasión, el estudio ha sido posible gracias a la colaboración de 13 centros de investigación españoles, 92 profesionales y 7.800 muestras de ADN .

—Su currículum incluye varias contribuciones científicas. ¿Cuáles destacaría?

—Soy coprimera autora del mayor estudio de genotipado a gran escala del párkinson, con 56.000 pacientes y 1,4 millones de controles, que ha identificado 36 nuevos factores de riesgo. He creado el Parkinson Disease Mendelian Randomization Research Portal, una aplicación web para la comunidad científica. He demostrado que la ruta endocítica de membrana es relevante en el párkinson. Y que niveles altos de colesterol predisponen a esclerosis lateral amiotrófica.

—Usted es un cerebro fugado de España. ¿Qué necesitaría para regresar?

—(Jajaja) He estudiado y trabajado en España, Italia, Hungría, Reino Unido, Alemania y ahora en EEUU, y he aprendido que los milagros no existen, que hay que trabajar muy duro para encontrar una línea de investigación interesante. Mi sueño es volver a mi país, pero sin financiación es difícil. En EEUU tienes la posibilidad de desarrollar tus ideas porque la ciencia se considera una prioridad.

—¿Cuál es su vinculación con Aragón?

—Mi padre es aragonés por los cuatro costados y me ha enseñado a sentir esta tierra como propia y a defenderla. He pasado los veranos en Erla y es curioso que sea otro científico de la misma comarca el que se muestra en el mural de mi departamento en EEUU, Ramón y Cajal.