Eugenio Monesma es realizador oscense, fundador de la productora Pyrene y propietario del que quizás sea el mayor archivo etnográfico de España. Ahora se ha hecho ‘youtuber’. Sus fogones tradicionales triunfan en el Canal Cocina, donde hasta le ha salido un club de fans.

- ¿De verdad se nos ha hecho ‘youtuber’?

- (risas) En Pyrene teníamos un canal de Youtube desde 2011, pero solo para colgar pequeños vídeos de promo de cada uno de nuestros documentales. Hace poco me puse a investigar sobre derechos y sistemas de monetización en este canal, en un momento en el que ya casi no vendemos deuvedés... Y decidimos que íbamos a abrir todo ese archivo al público. El objetivo es difundir. Mi hijos Darío, que es el que los monta, y Eloy, que tiene una empresa de márketing y publicidad, son los responsables de este trabajo. Y para mí es una satisfacción que la gente pueda verlos. Y recibir los comentarios tan sentimentales que voy leyendo.

- Su archivo incluye 3.200 documentales y 280.000 fotografías, si no me equivoco. Es mucho material...

- No en todos los casos son míos los derechos. Es el caso de los trabajos que hago para Canal Cocina o algunos de los programas que hice para Aragón TV. Pero aún así, sí... Es el mayor archivo de España y más de esta temática concreta: la etnográfica.

- Ha citado el Canal Cocina, donde sigue triunfando con sus ‘Fogones tradicionales’. Le ha salido hasta un club de fans.

- He estado grabando fogones para Canal Cocina. Y ahora me han encargado dos temporadas más. Es gracioso, porque en Facebook crearon un grupo de fans del programa, en el que hay gente como Pepe Domingo Castaño o uno de los Hombres G. En realidad, ahora hay más programas de cocina que televisiones. En el nuestro, la ventaja es cómo nos acercamos a la gente y la comunicación que tenemos. Que el que guisa lo mismo te descubre una gaita o te enseña una canción tradicional... Pero es todo natural, no hay nada falseado. Yonunca he querido contar historias; yo he querido que las contaran los que son protagonistas de las mismas. Huyo de ese protagonismo que se le da a los periodistas o a quienes están siendo testigos de estas historias. Hay que dárselo a la gente.

- En su programa hay fogones de dentro y de fuera de Aragón...

- Hace cinco años, yo les vendía los fogones que yo hacía de Pyrene. Fue entonces cuando me dijeron que les interesaría que los hiciéramos por toda España. Y así he estado mucho tiempo, sin grabar aquí, porque teníamos ya mucho material de Aragón. Ahora, vamos a volver.

- ¿Se siente profeta en su tierra?

- Este año he hecho cinco documentales para el Gobierno de Navarra. Ahora estoy acabando dos sobre contrabando y mujeres en tiempos de guerra. Antes trabajaba mucho para Aragón TV, en programas como Nos vemos en la plaza Mayor, que tuvo más de 11,7% de audiencia media en sus años de emisión, o El secreto de las Piedras. Nunca entendí por qué no volvimos. Pero ¿qué le vas a hacer? Lo bueno es que me siguen llamando de fuera y vivo feliz. Me dedico a investigar, me voy al archivo histórico, salgo al monte dos días por semana... Es una pena como se hacen a veces las cosas porque en Aragón hay gente muy creativa.

- ¿Cómo nació su amor por al audiovisual?

- En el 79 me compré una cámara de Súper 8 y un año después ya estaba haciendo cine experimental antibelicista y animación con plastilina. Era joven, hacía yoga, tocaba el violín y estaba en el vegetarianismo. ¡Hasta tenía mi huerto! Me enfoqué a la etnografía a partir del año 82, cuando entré en contacto con el Instituto de Antropología. Esta época cambió mi vida. Yo trabajaba en una empresa y me monté un videoclub y me puse a hacer bodas, bautizos y comuniones. Llegamos a crear hasta un distribuidora de largos. Evidentemente, el videoclub fue un fracaso: pedían un Rambo 3 y yo les ofrecía una de Buñuel (risas).

- ‘Navateros’ cambió su vida...

- Fue un antes y un después. A partir de ahí descubrí muchas cosas. Como la labor de muchos artesanos que no valoraban su oficio y cómo cambiaba todo cuando lo veían en un documental. En Navateros estaban Severino Pallaruelo y Ángel Gari, que fue el impulsor, con el Instituto de Antropología. El documental lo llevamos a Palermo, empezó a ganar premios, y eso nos ayudó a seguir haciendo cosas y buscando temas. Desde entonces, fíjate si hemos trabajado en Aragón o en sitios como Canarias, donde Pyrene ha hecho ochenta documentales.

- Ahora está investigando lagares y silos.

- Llevo unos 200 lagares documentados. En Luna, en Orés… Casualmente, hace un par de meses, dos personas de Albelda nos empezaron a avisar y resulta que encontramos una balsa de cocer cáñamo que es única en España y hasta obtuvimos documentación sobre cómo se fomentó el cultivo del cáñamo para hacer cuerdas y velas para la flota española. Y hemos hecho una página sobre piedras sagradas de Huesca, que llamado la atención de expertos de Extremadura y Castilla y León. Desde la pandemia, hay una vuelta a lo rural, al origen.