Esta artista zaragozana presentó la semana pasada su nueva colaboración con Atades y Enate en el Vino de la Amistad, con la que ilustra las botellas de esta iniciativa solidaria. Además, el jueves inaugura su exposición ‘Latir’ en la galería A de Arte.

-Ha vuelto a Zaragoza con una colaboración con Atades, ¿en qué consiste?

-Vuelvo por partida doble y no puedo estar más contenta. Por un lado presentamos el vino de la amistad con Enate y Atades y por otro inauguro 'Latir' en la galería A de arte. El vino de la amistad está ya en su novena edición. Es un proyecto que destina el dinero recaudado por la venta del vino a Atades para colaborar en la asistencia a la integración de personas con discapacidad intelectual. Poder participar con la imagen de este vino me hace especialmente feliz. Atades ha estado presente en mi vida desde que era pequeña a través de mi madre, profesora de educación especial y vinculada a Atades. Enate me concedió la primera beca de ayuda a la creación cuando estaba acabando Bellas Artes y estaba llena de incertezas. Poder colaborar con los dos es una de las citas del año que espero con más ilusión.

-¿Y qué hay de la muestra?

-El jueves inauguro la exposición donde muestro mis últimos trabajos. Se pueden ver óleos, obra sobre papel y obra gráfica. No había expuesto en Zaragoza desde el 2016. Es un momento en el que siento la vida latir de una forma más intensa. Creo que las durísimas circunstancias que vivimos me hacen sentir más viva y consciente que nunca. De alguna manera la vida no te deja en paz y te cuestiona que quieres, qué necesitas, qué cambiarías.

-¿Qué ha plasmado en las botellas?

-El titulo de la obra es Nuevos caminos y representa las oportunidades que toda las personas debemos tener de emprender caminos y de tomar decisiones. El derecho de poder encontrar nuestro sitio en el mundo y una vía abierta para recorrer. Representa la voluntad de caminar y la oportunidad de elegir hacia dónde. La verdad es que en el momento actual los nuevos caminos se han convertido en una opción indispensable.

-Este verano su trabajo estuvo en los autobuses de varias ciudades de EEUU. ¿Cómo resultó esa experiencia?

-Siempre me ha interesado poder llevar el arte a lugares donde la gente no lo espera. Creo sinceramente en la capacidad de transformar del arte y en ese sentido poder intervenir en soportes móviles y públicos me resultó muy interesante.

-La empresa anunciante, Nongshim, es surcoreana. Allí expuso ‘Vida’…

-Estuvo tres meses en el Museo Sejong de Seúl y actualmente esta a punto de comenzar una itinerancia por diferentes ciudades del país. Es la exposición más grande que he hecho y me ha permitido hacer un recorrido por diferentes épocas y técnicas. Se pueden ver más de 150 obras, óleos, dibujos, esculturas, animación e instalaciones. Propone un recorrido por lo que significa la pintura para mí y cómo avanza de la mano con la vida.

-Dice que busca plasmar lo extraordinario de lo cotidiano, ¿cómo es eso ahora?

-Actualmente no hace falta darle la vuelta a lo cotidiano para que sea extraordinario. Se ha convertido todo en algo extraño y casi nada de lo que dábamos por establecido puede mantenerse. Sigo buscando en la esencia de las emociones, puede que sea lo único que no nos pueden arrebatar. Tener la muerte tan presente hace que la vida tenga más sentido que nunca y hace reflexionar sobre lo que hacemos, lo que deseamos y lo que podemos cambiar.