Gloria Cuenca es directora el Instituto Universitario de Ciencias Ambientales IUCA . Lleva a cabo un proyecto sobre las especies de aves que habitan el campus universitario zaragozano.

-¿De qué trata el estudio de avifauna que están realizando?

-Soy directora del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales IUCA, aunque mi profesión es geóloga de profesión y especializada en paleontología he tenido que ampliar mis campos de conocimiento. Llegó a mis manos un libro de un rector americano sobre proyectos para conseguir campus universitarios sostenibles y uno de ellos era conocer la biodiversidad que tienen. Contacté con la organización Seo Birdlife, de la que soy miembro y hablé con su director, Luis Tirado, para hacer un censo de las aves del campus de Zaragoza. Quedamos a principios de año, pero cuando íbamos a empezar el censo, en marzo, tuvimos el problema del covid-19. Así que el censo comenzó en mayo, cuando bajaron las restricciones de movilidad.

-El estudio se sitúa en su segunda fase ¿con qué resultados se están encontrando?

En Seo el censo nacional es de 500 especies, y en Aragón 250, en el campus contamos con 40. Hay aves peculiares, como el milano negro, que en el resto de la comunidad y en la península es difícil de encontrar.

-¿Por qué aparecen aqui?

-Como aficionada, me gustan las rapaces. Mi especialidad son los roedores fósiles y las rapaces son los principales elementos que aportan roedores a los yacimientos. Tengo un vínculo profesional digamos. Las rapaces se mueven por distancias enormes, volar por Zaragoza no les supone ningún problema, es normal verlas por aquí. Están rastreando sus presas a lo largo de todo el valle del Ebro.

-La biodiversidad de aves es también un indicador del nivel de vida de una zona ¿que dicen los datos que están obteniendo respecto a Zaragoza?

-Habría que preguntar a Luis Tirado, pero por el censo me atrevo a decir que no tenemos mala biodiversidad en Zaragoza. Es una ciudad muy ajardinada que permite avistar pájaros de diferentes ambientes. Se está haciendo un esfuerzo muy importante por concienciar de que los aviones comunes y las golondrinas son muy importantes ya que se llevan por delante a una gran cantidad de insectos, hay que proteger sus nidos. Anidan en balcones, tejados … La gente hasta ahora lo veía mal por la suciedad que producen pero hay que hacer un esfuerzo, porque dan más beneficios que problemas.

-¿Cuáles serían los resultados óptimos? ¿cómo se puede lograr?

-Deberíamos ayudar a las aves a que se fijaran en nuestro campus y tenerlos como referentes, por ejemplo, en la Facultad de Biología de Alcalá de Henares han hecho un pórtico en la entrada con unos bancales para que pudieran poner sus nidos los aviones. Aquí podríamos hacerlo. Incluso se pueden poner plataforma para evitar la suciedad. Los estudiantes y la ciudadanía vean a estos seres como algo más cercano.

-El estudio previsiblemente acabará en febrero de 2021 ¿qué le falta para terminar?

-Falta el censo del otoño, cuando muchas aves migran. También tienen que pasar las avutardas que van a Gallocanta, que será a finales de octubre. Una vez que termine me gustaría volverlo a hacer el año que viene ya con el ciclo completo. Después podría ponerse un observatorio de aves acuáticas.