Bloguero, escritor, premio Félix de Azara 2017 y colaborador de medios. Lo suyo es hacer camino. Acaba de editar su sexta guía, centrada en la Sierra de Guara, en la que los trazados GPS conviven hasta con poemas.

—¿Qué tiene la Sierra de Guara?

—Guara es un proyecto que me ha ocupado toda una trayectoria de guías. Todo tiene que ver con una cuestión personal. Allí nació mi padre. Había muchas guías deportivas, pero creo que se merecía una mirada más profunda.

-Una mirada más profunda que, en el caso de esta guía, incluye datos personales y hasta poemas...

-Es que, para otras cosas, ya está Wikipedia. Cómo era la casa de mi padre, o cómo murió mi tía, o un poema que escribió una amiga sobre cómo su madre se ganaba la vida. Creo que eso construye una parte de la historia que, de otra manera, se nos escapa. Guara, a diferencia del Pirineo, es un espacio vivo, que se está reinventando.

-Esta es la sexta guía. Su camino también se habrá ido reinventando, como Guara.

-En otras guías que he hecho, me centraba más en el recorrido y luego daba alguna clave. Aquí me he centrado más en la forma de vivir y en la historia. Quería que sirviera de difusión y, de hecho, también la he colgado en internet y ahí tiene más de 8.000 descargas. Y luego hablo de zonas menos conocidas y de lo que fue Guara en el Neolítico, en el que tuvo una gran importancia. Yo creo que, a veces, somos turistas. Y es mucho mejor ser visitantes. Aún debemos trabajar haciendo una cultura que permita ver a la gente el valor de lo que tenemos.

-¿Cómo empezó este proyecto?

-Vine de Barcelona para cuidar a mi madre. Y estuve tres años. Cuando murió, volví a recuperar el paisaje, recorriéndolo con la bicicleta, andando con montañeros... Ocurrió en un momento en mi vida en el que yo había leído mucho, pero ya quería escribir. Pero pude escribir sobre cosas sobre las que había caminado y que he tenido la suerte de pisar, como las cabañeras.

-En la guía también hay cosas prácticas.

-Sí... Además, yo incido en el tema de la seguridad. La gente tiene que ir cómoda y segura. Hay cosas que para un montañero no son un problema pero para un senderista, sí. Hay caminos que son auténticas por descubrir.

-¿Cómo seguirá esta serie de vías?

-Ahora estoy con la parte occidental y también sondeando editoriales. La parte de Huesca --Nocito o Bara-- es mucho más bonita pero menos explorada. Son sitios cercanos pero a los que es complicado llegar.

-A Barcelona, ya no vuelve...

-(risas) Aunque nunca sabes donde te llevará la vida! Hace unos días, iba caminando y ví a una chica con un burro. Pregunté donde iba. Y me dijo: «buscando un sitio para vivir». Realmente, es eso.

-¿Es muy difícil que le pida que se quede con un sitio de Guara?

-Es increíble dar la vuelva al barranco de Mascún. Y la zona norte, menos conocida. Me encanta la ruta de los tres dólmenes, con Monte Perdido detrás. Hay una belleza impresionante. Y gente joven apostando por la repoblación. Pero hay que hacer muchos kilómetros.