Leí hace poco que es una de las artistas de España que más bolos ha hecho en este año tan diferente que acaba de terminar.

¡Ha sido un año intenso! Empecé la gira de mi segundo disco, Nada será igual, sin poder presentarlo en Alcorisa, en mi pueblo, por el temporal Gloria. Luego llegó la pandemia. Y, aunque todo era tan difícil, seguimos currando. Tenía la agenda llena de borrones y tachones por los cambios de fecha. Al principio no tenía ganas de nada pero creo que es verdad que la música alegra los corazones y tiene mucho de terapia. Y pude terminar el año con 33 bolos, que se dice pronto, aunque se me quedó en el tintero la gira en eléctrico del disco.

El título del disco del que habla, ‘Nada será igual’, parece premonitorio, aunque tiene que ver con una situación personal.

Cuando lo compuse no sabíamos nada de pandemias. El título de la primera canción, que luego fue el del disco, tenía que ver con la sensación de miedo que tenía en ese momento. Todo lo compuse estando embarazada y grabé embarazadísima… ¡El técnico tenía un miedo terrible a que en cualquier momento me pusiera de parto!

¿La maternidad es una nueva manera de escuchar el mundo?

A lo mejor la gente que escuche mi nuevo trabajo dice que sí. A veces, mientras le canto a mi hijo, a Dani, grabo cosas con el móvil. Pero, sobre todo, la maternidad es una nueva manera de organizar el mundo, de exprimir al máximo el tiempo libre, de aprovechar las musas y de tirar de abuelos.

Habla de un nuevo trabajo. ¿Su tercer disco en solitario?

Sí, el tercero. Estuve haciendo la preproducción en Bonielles (Asturias) en los últimos días del año, con Pablo Martínez. Ya hemos grabado una maqueta y ahora habrá oportunidad de madurar las canciones hasta abril. Ha sido un proceso nuevo y, en cuando a los temas, tiro de lo cotidiano, que me gusta, y de crítica social: el empoderamiento de la mujer, la inmigración… Canto sobre temas que hay que tocar y que me muerden en el pecho. El espíritu punk está siempre presente.

Antes de la publicación tiene algunos compromisos. El día 21 estará en el homenaje a Joaquín Carbonell, por el que ya actuó en los Premios Labordeta.

Va a ser un conciertazo, porque hay artistas de primera línea y porque lo vamos a disfrutar. Aunque me hubiera encantado que fuera un homenaje en vida.

Usted, como él, es del Bajo Aragón...

Nos conocíamos desde hace mucho tiempo. Y, además, en la última etapa de su vida, vivíamos cerca y compartíamos muchos ratos. A veces, venía a casa y veíamos el fútbol, que no me gusta nada. O grabábamos cosas juntos pero de estar por casa.

¿Por eso hizo este otoño una versión de su ‘Me gustaría darte el mar’?

La idea era grabarle esta canción y regalársela al salir del hospital. Habíamos hecho alguna cosa en directos pero nunca le había grabado una canción suya y eso que lo habíamos hablado muchas veces. Esa era una de sus favoritas y nunca hubiera esperado que yo la eligiera.

Creció en Alcorisa y es una gran defensora de la creación y de la vida rural. Ese sentimiento lo volcó hace poco en el proyecto ‘El respirar de las piedras’, un canto a la vida de los pueblos en cinco lenguas .

La canción está inspirada en Alcorisa. Se puede extrapolar a cualquier pueblo de este país. Salió la oportunidad de grabar el tema en aragonés y de ahí salió la idea de hacer un EP digital, como El respirar de las lenguas, que ha quedado muy chulo. Yo vivo en Alagón. Para mí, no hay mayor calidad de vida. Me gusta el contacto con las personas. Y hay muchos prejuicios sobre lo que se hace en los pueblos. Aquí no todo es agricultura y ganadería. Hay mucha vida.

¿Cómo se enamoró de la música?

En casa somos muy musiqueros, aunque en otros estilos. Mi padre, con el piano. Mi madre estaba en una coral. Y el primer grupo que me gustó fue Héroes porque mi hermano trajo una cinta TDK grabada. Eso sí, hasta que me lancé a cantar pasó un tiempo, porque soy vergonzosa.

Pero estuvo casi veinte años cantando con Insolenzia...

Empezamos en el 2000. Y tuvimos mucha tralla con los discos de la trilogía. Pero luego necesitábamos tiempo, Coincidió con el hecho de que Dani estaba creciendo mucho con su proyecto profesional de Alternativa Management. Veremos con el tiempo.

¿Qué le canta a su hijo?

Vamos cantando todo el día. Pero es cierto que hay una canción recurrente, una canción de Nada será igual. Quiero que sea mejor ecologista que nuestra generación, que es un auténtico desastre. Quiero que le vaya calando.