Esta ilustradora de Úbeda llega el martes, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, a la librería La Pantera Rossa de Zaragoza para presentar Mujeres 5, un libro que completa la colección que ha dedicado a varias mujeres, entre ellas científicas, que merecen ser referentes de la sociedad.

—Ha repasado en cinco libros ilustrados la vida de varias mujeres destacadas, ¿qué conclusiones saca, tras concluir el último volumen?

—He cerrado la colección en cinco libros pero, desde luego, hay muchos más nombres que merece la pena destacar. Debería ser algo obligatorio en las escuelas, la verdadera lucha sería que en los libros de texto, sobre todo de la ESO, cuando aparecen nombres propios, estas mujeres pudieran incorporarse y fuera una normalidad conocerlos.

—Llega a Zaragoza mañana, Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, a presentar el último. ¿Cuál es la historia que más le ha sorprendido?

—Es complicado quedarse con una sola. María Teresa Toral, una científica española que aparece en este último libro, fue una sorpresa para mí. No solo por sus méritos científicos, sino también por su la lucha contra el franquismo. Amparo Poch, que además es aragonesa, también me parece una figura destacable. Ángela Ruiz Robles me sorprendió también al saber que era la precursora del libro electrónico; que una mujer española, en esa época, inventara algo tan novedoso, también fue una sorpresa para mí. Pero cualquier de ellas son destacables.

—Tras estudiar la vida de estas mujeres, ¿hasta qué punto se ha invisibilizado a las mujeres en la ciencia?

—Afortunadamente, estamos en un momento muy bueno en el que, siendo conscientes de la carencia que ha habido siempre, hay un movimiento positivo, el 11-F, que está rescatando a estas mujeres. Yo, que visito muchos institutos y colegios para presentar los libros, desde que empecé con la colección, hace 5 años, he visto un cambio bastante importante. Los primeros años podías preguntar por mujeres científicas y, aparte de Marie Curie, era muy difícil que dieran algún nombre. Sin embargo, ahora sí que se ponen a decir nombres los chavales y las chavalas, y sorprende que conozcan a tantas mujeres. Vamos avanzando de manera positiva.

—¿Puede ser que, además, la ciencia fuera un campo más masculinizado que otros?

—Sí, pero también ha habido mucha mujer a la sombra de hombres. Digamos que los méritos se han ido atribuyendo a la figura masculina, cuando muchos descubrimientos estaban realizados a medias o, incluso, era el resultado de la investigación de una mujer, aunque era el hombre el que se llevaba el premio nobel o el mérito. Es uno de los sectores que, por desgracia, se ha asociado siempre más al hombre.

—En la ilustración y el diseño, ¿también se ve este trato distinto?

—En la ilustración, afortunadamente no existe esa discriminación o, al menos, no se siente igual. Si te vas a otros sectores, como el del cómic, sí que está más visibilizado el hombre. Creo que fue en el 2018 cuando una mujer ganó por primera vez el premio nacional de cómic. Justo me invitaron a una mesa redonda para tratar este tema con otras ilustradoras y ninguna había sentido discriminación en ese sentido. Pero hay muchos sectores en los que no es así. También soy directora de fotografía y ahí sí que hay un claro machismo, hay mucha más representación masculina.

—'Mujeres 5' ha salido adelante mediante un 'crowdfunding', ¿no es así?

—Sí, toda la colección está financiada con campañas de crowdfunding. Para mí es una de las cosas más bonitas de este proyecto, el hecho de que haya visto la luz por el apoyo de muchas personas que han creído en él antes de que fuera real. No es lo mismo ir a la librería a comprar un libro que participar en su creación. Se ha generado una comunidad muy bonita a lo largo de estos 5 años. Más o menos, las personas que apoyaron el primer libro han seguido apoyando el resto,así como muchas librerías y asociaciones.

—Este cierra la colección pero, ¿piensa hacer otro trabajo relacionado con el tema de la mujer?

—Sí. Para mi próximo proyecto personal, puesto que como ilustradora trabajo con otros autores en otros libros, estoy investigando sobre las mujeres en las cárceles franquistas. Mi idea es hacer una novela gráfica sobre el tema y tengo mucho trabajo todavía por delante.

—¿Qué se puede hacer para que las niñas se sientan más atraídas por la ciencia?

—Es fundamental la visibilidad de los referentes. Es muy difícil acercarte a algo cuando parece que no te pertenece. En cambio, si conoces a muchas mujeres científicas, es más fácil verte como una científica, que se proyecte como una posible profesión, que si no tienes esos referentes. El 11-F, en ese sentido, está haciendo mucho bien. Creo que ese es el primer paso, que las niñas vean que es un sector en el que pueden destacar igual que ellos.