Quiere ser ‘libre’, como Nino Bravo. Y cantándolo vuelve a salir de la tele para regresar al teatro. El día 11 pisa Zaragoza --en el Palacio de Congresos de la Expo-- con ‘Grandes éxitos’ y ya casi ha colgado el cartel de ‘lleno’. Tiene 4 galgos y muchas horas de directo.

--Llega a Zaragoza con sus ‘Grandes éxitos’… Y ¡con casi todo vendido!

-Falta una semana y está prácticamente agotado todo… Y cuando vas a un sitio en el que te reciben así es impresionante.

-Entonces, ¿esto no es una entrevista de promoción? ¡Vaya!...

-(risas). Es verdad. No había necesidad. Pero creo que el público lo agradece.

-En esta, que es su segunda obra, vuelve a atreverse con el género musical.

-Pero arriesgamos más, porque en la primera --Iba en serio-- la música era grabada y aquí tenemos cuatro músicos, por cierto, de primerísima línea, que tocan en directo. A mí me gusta el directo para todo. Ves que así las cosas tienen otro vuelo.

-En ‘Grandes éxitos’ hace de sí mismo. Cómo es usted como personaje...

-Bueno, si digo la verdad, es cierto que el protagonista tiene mi nombre. Pero el personaje que se ha dibujado tiene poco que ver conmigo. Es un presentador muy maniático y muy egocéntrico y con muchos aires de diva. Al principio el público se siente muy perdido cuando me ve a mí en ese papel, porque yo creo que la percepción sobre mí es distinta…

-En cualquier caso, este detalle demuestra que aquí no falta sentido del humor.

-Es una comedia divertidísima y muy disparatada. Está muy testada y detrás hay un equipo muy grande.

-Siempre que hace una entrevista, le oigo presumir del equipo y me gusta.

-Hay gente a la que le gusta rodearse de gente regular para brillar y eso es una equivocación. Uno debe rodearse de gente muy buena, porque así tiene que esforzarse al máximo. En esta obra, cada uno de los músicos y de los actores tiene su momento de lucimiento. Eso me encanta.

-En este musical han hilvanado grandes éxitos musicales y un tema inédito.

-Es un tema del director, Juan Carlos Rubio… Y confieso que yo no estaba muy convencido de incluirlo. Pero ha sido un acierto. La canción suena a lo largo del espectáculo. Y acaba todo el mundo de pie.

-¿Cómo eligieron el repertorio?

-Elegimos temas que yo pudiera asaltar. No es pretencioso. Cuando cumplí los 40, lo celebré tomando una copa de champán y estuve con Nacha Guevara. Yo le dije que quería cantar y ella no me juzgó, sino que me dio un consejo: «Lo importante es el repertorio». Siempre me acuerdo de eso.

-Usted ya estuvo en Zaragoza, con su anterior obra ‘Iba en serio’, en el Principal.

-Y lo recuerdo como un teatro precioso. La gira me ha dado la oportunidad de conocer lugares de España espectaculares.

-Pero, dentro de Zaragoza, también está comprometido con otros sitios como la Hermandad del Refugio, que conoció a través de su amiga Conchita Pérez, poligrafista de ‘Sálvame Deluxe’. Recuerdo verle emocionado cuando visitó el lugar.

-Es que hay gente que hace cosas impresionantes. Yo no tengo tiempo y me impresiona verlos. Especialmente, cuando ves la labor que se hace con la educación infantil. Muchos de los males que suceden son por carencias en ese ámbito.

-También está muy comprometido con la causa animal. Tiene cuatro galgos.

-Cuatro... Y una de acogida. A mi me sobrecoge lo que pasa con los animales en este país. Pero teníamos un mundo tan oscuro, tan sinientro, que aunque hemos avanzado no es suficiente. No me gustan los toros, creo que acabarán desapareciendo. Pero lo de los perros es brutal. Acaba la temporada de caza y exterminan a los galgos. El abandono, el maltrato, acaba la temporada de caza y los exterminan. Hay un documental que habla de que cada año desaparecen 50.000 galgos y lo malo es cómo desaparecen, además.

-¿Cómo lleva su día a día? No hay día en el que no se enfrente a una crítica.

-Es lo más lógico del mundo. Y no es mi guerra. Cuando entiendes que la crítica es lo normal lo llevas de otra manera. Es parte de lo que haces.

-Tenía la sensación de que usted quería alejarse de la tele.

-Le debo tanto, que no. Quería trabajar menos, y ahí estoy, de martes a sábado. A mi me hace gracia esa gente que dice que ahora quiere elegir. Elegir no elige nadie. Lo que hay que hacer es trabajar.

-¿Cuáles son sus ‘grandes éxitos’?

-Que tengo 48 años y llevo una vida que me encanta. Me gusta la sensación de poder hacer lo que quiera… No quiero ataduras. Es un lujo. Lo sé. Soy un privilegiado.

-Y su madre... Le he oído citarla mucho.

-Pero no soy tan madrero. Siempre dice que la llamo poco.

— (risas) Un clásico...